Pietro: Espera, ¿has dicho árbol?
_ Iris: Sí, ¿por?
_ Pietro: Te diré algo que no te dije al principio. Cada cuatro campanadas un sujeto trae comida y aparte de la comida, que suelen ser gachas asquerosas, siempre me entrega dos cápsulas, una negra y otra roja, haciéndome elegir una. Siempre elijo las de color primario, me las pongo debajo de la lengua, haciéndole pensar que me las trago. Siempre se despide con un: Si no es hoy, será mañana, tarde o temprano caerás. _Iris: Interesante y aterrador. ¿ Entonces si no te tragas las cápsulas, seguramente las guardarás en algún sitio?
_Pietro: Están enterradas allí (señala con su dedo la esquina izquierda).
_Iris: A ver ( se escucha un chik al abrir la cápsula). ¡Maldición! ¡Esto huele a chamusquina! Esto es azufre.
_Pietro: ¿Cómo lo sabes?
_Iris: Puedo ser traviesa y rebelde, pero cuando se trata de poner en funcionamiento unas cuantas neuronas que están colapsadas la mayoría del día las pongo. Si dices que me he caído desde arriba, eso quiere decir que existe una salida, porque al construir esta clase de fortaleza bajo tierra, tendrían que salir por alguna parte.
_Pietro: ¿Pero qué demonios? Pshh! Ehm! (Tosen los dos).
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De travesuras y misterios
ContoUn aviso una aventura que no dura ni un dia... Y un amor que continuara con dicha aventura falsa en otra parte