Por más que trato de no mirarle durante las clases, es inevitable, resalta entre todos los demás. Es un chico de mediana estatura, el pelo largo y castaño y unos profundos ojos color caramelo, que de vez en cuando noto como se fijan en mi, pero sobretodo una sonrisa que se te clava en el alma. Está sentado junto a una chica que parece que conoce de toda la vida, llevan todo el día haciendo bromas y riéndose juntos y no puedo evitar una punzada de dolor al pensar que probablemente, sea su novia. Así que intento no darle demasiadas vueltas y distraerme hablando con Tom, me ha contado que más de la mitad de la clase son de su antiguo colegio y que se conocen de toda la vida. No parece la típica clase de chico, se le ve mucho más maduro y conectamos en muchísimos temas así que cuando me quiero dar cuenta...suena el timbre. Se me han pasado la mitad de las clases casi sin darme cuenta, pero entre Tom y el chico misterioso realmente no me he enterado de gran cosa. La clase empieza a vaciarse a la velocidad de la luz y todos empiezan a formar sus grupos, como no tengo la suficiente confianza con Tom decido quedarme apartada en un rincón de la clase e intentar pasar desapercibida. De repente, una voz me sobresalta.
-Oye, ¿por qué no te vienes en vez de quedarte ahí tu sola? .- Es Tom, seguido por su grupo de amigos. Entre sus amigos distingo esos ojos, esa sonrisa, es él.
-No quiero molestar, no conozco a nadie y supongo que a tus amigos les puedo molestar...- Digo, mientras miro a sus amigos. Parecen distraídos hablando entre ellos menos él, el chico misterioso, me está mirando como esperando a que acceda y vaya con ellos.
-No digas tonterías y ven.-Antes de acabar la frase, me ha pasado su brazo por el hombro y me acerca a sus amigos. De repente proclama.- Ella es Alicia, es nueva en el instituto y en la ciudad. -Todos parecen haberse quedado mudos de repente, noto como me miran con curiosidad y como él, me mira con una sonrisa de oreja a oreja que no puedo evitar que se me contagie.- Estos son Hugo, Eric, Lucas y Nicol.
Me quedo atónita mirándole, así que el chico misterioso se llama Hugo.
-Hola.- Digo, con una medio sonrisa, intentando dejar de mirarle por un segundo al menos. Les saludo con la mano y todos me devuelven el saludo. Pero de repente me doy cuenta de algo, Nicol me está mirando con cara de odio, es la chica con la que Hugo se sienta en clase. Es más o menos de mi misma estatura, con el pelo un poco más oscuro que yo y muy rizado, me observa con unos enormes ojos azules detrás de unas gafas de metal plateadas.
No entiendo lo que la pasa, pero solo me quita la vista de encima para abrazar o manosear a Hugo. No puedo evitarlo, así que me paso el patio metida en mis pensamientos de odio irracional hacia Nicol, pero alguien me habla y me devuelve a la realidad.
-Así que eres nueva aquí eh...¿Y de donde eres?.-Es Hugo, ha conseguido deshacerse de los odiosos brazos de la dichosa chica y me mira con ojos expectantes y su radiante sonrisa.
-Vengo del centro del país, de una ciudad a unos 900km.-Digo con un hilo de voz, mientras juego con un mechón de pelo que se me ha soltado de la coleta, soy incapaz de mirarle a los ojos. Noto como me ruborizo.
-¿Y por qué aquí? ¿Acabaste con los profesores de tu antiguo colegio y necesitabas nuevas victimas?.-Me dice, mientras me da un codazo y me guiña un ojo. Noto como se empieza a reír y no puedo evitar hacer lo mismo. Pero de repente, algo nos interrumpe.
-Hugo, tengo que ir a buscar unas cosas a conserjería, ¿me acompañas?.-Dice Nicol, me mira con los ojos llenos de odio y antes de que le de tiempo a contestar, le agarra por el brazo y se le lleva a rastras.
Me quedo parada, observando como se alejan, incrédula de que realmente acabe de suceder lo que acabo de ver. Eric debe haberse dado cuenta de lo que pensaba y me dice:
-Siempre están igual, ni contigo ni sin ti, algún día le va a volver loco con estos celos y sus paranoias...
-Pero ellos dos...-Y antes de que me de tiempo a terminar la frase, Eric me responde.
-Oh no, no no. Ellos no están juntos .-Respiro aliviada y me quito ese gran peso de encima.- Él la quiere, pero ella está demasiado ocupada tonteando con todos como para corresponderle.
No me da tiempo a contestar, ni a procesar la información que me acaban de dar. Suena el timbre y por primera vez en mi vida me alegro de que se acabe el recreo y comiencen las clases. Nicol y Hugo entran minutos más tarde abrazados por la puerta, intento no mirarles y sobretodo no pensar en él durante el resto de clases. Misión casi imposible teniendo en cuenta que tengo su mirada clavada en mi y su risa como banda sonora de mis clases, pero no es por mí. Es por ella.
Al terminar las clases recojo rápido mis cosas, no quiero hablar con nadie, pero cuando estoy justo a punto de salir por la puerta alguien me agarra la mano y me detiene.
-¡Espera Alicia! ¿te importaría darme tu teléfono? .-Es Hugo, viene corriendo detrás de mi dejando atrás a Nicol, que nos mira con los ojos llenos de rabia.
-Claro, mira...-Noto como el rubor vuelve a mis mejillas, como se me ilumina la mirada y como él me sonríe. Cojo un trozo de papel de la agenda y le apunto mi número corriendo, antes de que venga esa acosadora que tiene por amiga.- Ten, es este.
-Gracias, te escribiré pronto .-Me dedica su mejor sonrisa y sale corriendo hacía la salida del instituto. Me quedo ahí plantada, mirando como se marcha corriendo y como el viento mueve su pelo. Pero alguien me empuja y tengo que reaccionar rápido para no caerme, es Nicol, ha salido corriendo detrás de Hugo.
-¡Hugo espera! .-Le grita. Él se da cuenta de que le están llamando, pero al descubrir quien es sigue corriendo sin detenerse.
No puedo evitar poner una sonrisa triunfante, pues parece que el primer día no iba a ser tan malo como parecía.
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Lo que nunca llegué a decirte.
RomanceTodos tenemos a "esa" persona especial, esa clase de persona con la que estás destinado a que sea tu otra mitad, tu "otro yo", la clase de persona con la que te perderías en una isla desierta sin pensártelo dos veces o con quien te imaginas desperta...