Bob se acercaba cada vez mas a mi, me daba demasiado miedo, Kevin me miraba con terror, mi instinto fue tomar una varilla y golpear a Bob repetidas veces, hasta que veo que no se mueve, Kevin comienza a llorar arrodillado frente al cuerpo de Bob, el esta desarmado, no es el Bob tierno que yo conozco, era otro, Gru las pagara por hacerle esto a mi hermano, y muy caro
-GRUU- grite Apoyándome en las varas de metal de la celda
-Quien me llama- Escuche su voz irritante
-YO, VEN ACA, NECESITO HABLAR CONTIGO- Dije en un tono enojado
-Mmm, un niño atrevido, que salga-
Unos guardias abrieron la celda jalandome hacia afuera y tirándole al suelo
-Eres valiente pequeño mocoso- me respondio Gru
-No me digas mocoso- le escupí
-Ja, además insolente, vamoas a tener que castigarte, o probar nuestro nuevo experimento...-
-Experimen....- no termine de hablar por la razón que los guardias me tomaron de mi blusa y me arrastraron a un mini laboratorio
-Sueltenlo- gritó Gru
Los guardias le hicieron caso y me soltaron bruscamente dejándome en el piso
-Dime pequeño, ¿prefieres en píldoras, o inyección?- preguntó Gru.
-Que?-
-Tu solo responde si quieres seguir vivo- Me gritó Gru-
-Píldoras- respondí cortante
Gru se acercó a una mesita con unas píldoras amarillas, me las mostró y golpeó levemente mi cabeza, los guardias me levantaron y me colocaron en una camilla, ellos me tomaron los pies y manos, uno me sostenía la cara, Gru me acerca las pastillas y las arroja lejos de mi.
-Te había dicho Píldoras...-
-Te había hecho elegir cual no tomar pequeño niño, ahora aguantas-
Gru tomo una jeringa larga con la punta puntiaguda y me la sobrepuso en el estomago
-Solo te diré que es primera vez que usamos el liquido, solo hemos usado píldoras...si mueres tu cuerpo se donara a la morgue-
-QUE!?-
Comencé a moverme y decir no varias veces, los guardias tenian fuerza, lo cual no podía zafarme de sus agarres, Gru enterró fuertemente la jeringa en mi estomago, grité de dolor al dentro como el la soltó y solo la dejó ahí
-Me equivoque de punto, era mas arriba- Dijo Gru
Retiró la jeringa y la enterró un poco mas arriba, solté otro grito agudo, sentí el liquido frío y espeso en mi cuerpo, viajaba por mi estomago, y mi pulmones se contraían y me costaba respirar, me quedé quieto y poco a poco mis ojos comenzaron a cerrarse...Abrí mis ojos de golpe y me senté en mi lugar, estaba en una celda llena de....personitas amarillas y lentes grandes, me asuste y solté un mini grito, mi voz era mas aguda de lo normal
-Stuart- escuché una voz aguza llamándome, voltee y era zona personita un poco mas alta y dos ojos
-...KEVIN- Me lanzé encima de el abrazándolo
-Stuart, estas bien?- preguntó el mirándome
-Si...y Bob?-
-....Lo sacrificaron...-
-¿¡QUE!?- respondí yo
-Fue uno de los experimentos que salió mal, y lo torturaron y sacrificaron...-
-Bob...- calló una lágrima de mis ojos
-Queridos niños, los he convertido en esto para lo siguiente...serán mis súbditos, me harán caso en todo lo que les diga, si me contradicen...serán torturados y sacrificados, y tendrán un nombre...Minions...ahora en adelante...Estarán bajo mis ordenes si o si, y donaré cantidad de dinero al orfanato y adoptar a todos los niños para convertirlos...-(Narrador omnisciente)
Desde ese día los minions ha sido esclavos de Gru, el ya no secuestra niños, los adopta de los orfanatos, los padres de Bob, Stuart y Kevin, están en un Internado psiquiátrico para recuperarse por la locura de perder a sus hijos y hacer un terrible escandalo, los minions han hido muriendo de a poco con los años, pero siempre habían nuevos, Kevin y Stuart son los mas viejos minions de ahí, y son los único que duraran para la eternidad, ya que ellos fueron los únicos que tuvieron la suerte de que Gru les haya colocado un liquido de inmortalidad por error....
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Las Verdaderas historias De Los Dibujos Animados
De Todo¿Alguna vez te has preguntado si las historias de tus dibujos animados son reales?,¿seran inventadas? Pues te diré que leas este libro para que sepas la oscura verdad de estos dibujitos. Pdt: Si arruino tu infancia no es responsabilidad mía, tu dec...