Capítulo 2.

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Capítulo 2.

 

 

Una voz masculina me detuvo en seco. Al ver por la ventana de mi habitación, me encontré con un chico moreno de cabello castaño oscuro que me miraba desde la cera de la calle con un skate en la mano. Genial. Un entrometido.

—¿Qué queréis? —le pregunté en un pequeño grito hacía donde se encontraba el chico cuyo nombre desconocía.

—¿Nueva en el barrio? —preguntó de la misma manera; llevándose ambos manos a un costado de sus ojos para bloquear el Sol que chocaba en su cara.

—Eso no te interesa —contesté.

—¡Guau, que carácter tenéis! —empezó a reír, mientras miraba hacía ambos lados de la calle. —¿No te parece que es un poco extraño que estemos hablando de esta manera mientras todo el mundo nos escucha?

¡Dios! Este chico era un completo loco. Primero: el fue quien inició todo este numerito mientras todos los vecinos seguramente reclamarán luego de esto. Joder.

—¿Ahora te viene a interesar? —no parecía muy preocupado de eso cuando comenzó esto. —¡Vete de aquí! —dicho esto cerré fuertemente la ventana.

Me senté en mi cama, con ambas manos sosteniendo mi cabeza que se encontraba entre mis piernas. Detrás de todas las preocupaciones con los vecinos se encontraba el núcleo de todo esto: ¿Qué quería ese chico de mí? Esta claro que no se puso a hablar conmigo por el mero echo de encontrarse con una chica nueva en el barrio con quien ligar… ¿O sí? Seguramente sería una opción.

Además de que llevaba un skate en la mano…

(Zayn)

Caminé devuelta a mi casa luego de la conversación con la nueva chica. ¡Dios! Si se notaba de lejos que era una pija como las otras.

A lo lejos, en la calle, noté las siluetas de los idiotas de mis amigos. Niall y Harry venían con sus skates andando mientras que Louis y Liam venían con ellos en un costado sosteniéndolos, como yo lo hacía en este momento.

—¡Eh! ¡Cabrones! —les grité para luego soltar una carcajada. Todos centraron su atención en mí. —¿Qué no me van a esperar?

Tiré el skate en el suelo y me dispuse a ir lo más rápido hacía donde se encontraban ellos. Al notar que iba hacía ellos se detuvieron en seco soltando notorias carcajadas.

—Idiotas —les dije.

—Fue tu culpa por irte, Malik —contestó Louis.

—Sé que no pueden vivir sin mí pero por lo menos haberme esperado, hijos de puta —ironicé. Todos comenzamos a reír, sin dejar el tema de lado.

—¿Y bueno porque te fuiste Zayn? ¿Una chica proclamó tu atención? —¡Dios! Es que el puto de Niall siempre acertaba en mis acciones.

—Se podría decir que sí pero era una pija —contesté un poco más serio.

—¡Guau! Dices que es una pija pero te ponéis más serio que Niall sin comida —todos reímos para luego nuevamente centrar la atención en mí. —Vamos Zayn, te gusta.

—¡Que no me gusta, Joder! —reí. —Vamos cabrones, que no quiero que nos quiten el lugar.

Dejamos el tema de lado mientras nos dirigíamos hacía nuestro lugar en el parque. Es nuestro lugar desde hace tres años atrás, cuando conocí a los chicos en este mismo lugar. Desde ahí que nos juntamos a andar en skate todo el día mientras nos conocíamos. Sin duda el mejor día.

—¿Quiénes son ellos? —apuntó Liam hacía un grupo que estaba en nuestro lugar.

—Un grupo de pijos —contesté con una sonrisa burlona en mi rostro. —Vamos a encargarnos de ellos.

(Emilie)

Luego de un rato más o menos largo mis padres llegaron. Aún la curiosidad por saber quien era ese chico rondaba por mi cabeza, pero con menos frecuencia que en la tarde. ¡Dios! Pero si era un idiota de primera.

—¡Emilie la cena está lista! —escuché chillar a mi madre desde las escaleras.

Suspiré mientras me disponía a abrir la puerta de mi habitación y salir en dirección al comedor. Este se trataba de una gran mesa tallada perfectamente con un color café oscuro que relucía. Habían ocho sillas, pero cuatro eran ocupadas por nosotros.

—¿Algo interesante? —pregunté mientras tomaba un sorbo de Coca-Cola.

—Las vecinas son muy simpáticas —contestó mi madre mientras servía la ensalada.

Mi madre siempre quería tener un estatus social más o menos alto, ser de esas madres de películas, por lo que eso hacía que un cierto odio floreciera en mí hacía ella. No podía soportar verla de esa manera, más cuando sus “amigas” le hacen daño. Hasta el punto en que algunas veces ella pareciese una adolescente.  

—¿Y que tal tú papá? —trataba con todas mis fuerzas de entablar una conversación, para parecer un poco más simpática con ellos.

—Nada —se limito a contestar.

Ya podía notar el humo saliendo de mis oídos.

No me molesté en preguntarle a James, ya que nuestra relación estaba quebrada desde hace mucho tiempo, aunque aún existía un cierto cariño de hermanos.

<Que vida tan genial tengo> pensé con ironía. 

Skater love|Zayn Malik&Tú.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora