El Niñero {segunda temporada} [Niall & tu]

Capítulo 1O

Desperté con la esperanza de encontrar a mi lado durmiendo a Niall pero no fue así, esto ya era demasiado raro, pero lo que no me explicaba aun era el porqué el estaba enfadado con migo si yo ni siquiera le había hecho nada, es más, ayer por la noche preferí no discutir, me levante de la cama y me metí al baño, me di una ducha de aproximadamente 30 min. La cual me relajo mucho para ser sincera, enrolle mi cuerpo en una toalla al igual que mi cabello en otra, Salí del baño y me dirigí ami gran armario decidí ponerme algo cómodo ya que hoy no tenía planeado salir de casa. Decidí dejar mi cabello suelto para que se secara por si solo, puse crema en mis brazos y piernas y un poco de perfume en mi cuello termine de arreglarme y baje hacia la cocina en donde estaba Niall preparando el desayuno al notar mi presencia me regalo una sonrisa y saludo.

—Buen día preciosa —comento Niall, con gran ternura.

—Hola –conteste seca, a su saludo, que se creía el, una noche anterior me grita y me ignora y al día siguiente, amanece de lo más natural como si nada hubiese pasado.

—Que tienes princesa –dijo tomándome de la cintura.

—Nada Niall, suéltame por favor que no amanecí de humor hoy –dije quitando sus manos de mi cintura.

—Si es por lo de anoche, enserio perdóname no quise gritarte y menos ignorarte –dijo tomándome de la mano.

—Que fácil es pedir perdón verdad –dije sarcástica.

—Enserio princesa no fue mi intención –dijo nuevamente.

—No lo fue, pero aun así lo hiciste Niall –dije.

—Ya princesa no seas tan sensible, no fue para tanto –dijo.

—No fue para tanto Niall, por favor no me vengas con eso, me gritaste cosa que jamás habías hecho y eso me dolió y no sabes cuánto –dije, cuando menos me lo espere una traviesa lagrima se había escapado de mis ojos.

—No llores mas por favor que me siento mal por eso —dijo Niall, limpiándote aquella lágrima.

—Eso es lo más Niall, ¿No lo crees? –dije.

—No entiendo lo que me tratas de decir –Dijo Niall.

—Lo único que me faltaba, que aparte de ser un neurótico que le grita a las personas sin razón alguna mí esposo sea un imbécil insensible –dije corriendo hacia nuestra habitación en donde me tire sobre la cama a llorar, no tardo ni un segundo siquiera cuando Niall ya estaba junto ami pidiéndome perdón por ser un “idiota insensible” como lo había llamado yo.

—Ya mi amor, no llores más que me parte el alma verte así, no lo volveré hacer, te lo juro, pensare antes las cosas de reaccionar como reaccione ayer, pero tengo mis razones para haber reaccionado así –dijo Niall acariciando mi mejilla.

—Las tengas o no, no tuviste porque haberme tratado así, yo no tengo la culpa de los problemas que tu tengas y mucho menos tengo que estarte soportando, serás muy mi esposo pero eso no te da el derecho de tratarme como me trataste ayer Niall –respondí.

—Lo sé y tienes razón y no sabes cual arrepentido estoy por haberte tratado así, pero si me escuchas te diré el porqué de mi comportamiento de anoche –dijo.

—Esta bien, te escuchare, con una única condición—dije.

—La que tú quieres preciosa—dijo.

—Una más de tus escenitas de neurótico malhumorado y me iré de esta casa –dije seria.

—Esta bien—contesto Niall, el me contó lo que había pasado aquella tarde en la casa de su madre, lo cual me dejo perpleja por el comportamiento que tubo su hermano Greg que ahora era mi cuñado, ahora lo entendía y a la vez me sentía incomoda por el modo de pensar de Greg que tenia de mi, moriré de vergüenza cuando lo tenga frente mío en alguna ocasión.

—y ahí esta la razón de mi comportamiento —dijo—. y ahora princesa me perdonas –dijo haciendo pucheros.

—Como no perdonarte por defenderme siempre –dije—aparte esos pucheros te sirven de mucho, te miras sexy haciéndolos—dije besando sus labios—

—Wow, ahora que lo dijiste los are todo el tiempo –dijo pícaro.

—No siempre te funcionara, Horan —dije, apartándome de el.

—A donde crees que vas –dijo—. tu aun me debes algo o no recuerdas lo de ayer –dijo.

—A eso, puede esperar,—dije—además hiciste desayuno que se mira delicioso y no hay que desperdiciarlo –dije parándome de la cama—

—Esta vez no escaparas preciosa —dijo—. no saldrás de esta habitación hasta que te haya hecho mía –dijo acercándose mas a mi.

—Eso me suena a reto amor —dije.

—Tómalo como quieras princesa, pero no aguanto más para hacerte el amor –dijo besándome dulcemente.

Esos besos que me volvían loca, cada vez se apoderaban mas de mi, como negarme al hombre más sexy que jamás halla conocido en el mundo, los besos eran apasionados y salvajes pero tenían un toque de dulzura y de ese no se que, que los hacían tan especiales y eran toda una droga para mi, sin aquellos besos no se que aria sin ellos, no sé que aria si algún día me fueran a faltar, para mi sus calidos besos eran como el aire que respiraba necesarios para seguir viviendo.