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El pequeño muchachito de piel pálida y cabello ligeramente rosa camina por las calles frías de Seúl, teniendo en su cabeza una batalla entre qué libros debería leer esa semana.
Empuja la gran puerta de la biblioteca, entrando lentamente.
La bibliotecaria le sonríe de lado al notarlo, y Jihoon le devuelve el gesto.
— Buenas tardes.
— Buenas tardes, Lee. ¿Qué libro necesitas?
— Ninguno en particular. — dice, moviendo sus dedos sobre la mesa de madera. — Quizás, ciencia ficción.
La mujer asiente mostrando una sonrisa amable. Busca en la computadora y mira al pequeño después de un rato, el cual esperaba pacientemente.
— Ciencia ficción, pasillo 12. — El pelirrosa asiente apresuradamente y expresa un casi inaudible gracias.
Camina por los pasillos de la gran biblioteca buscando la sección de Ciencia Ficción.
— Parece que es aquí. — Habla para si mismo.
Divisa entre cientos de libros uno que capta totalmente su atención, recuerda también que es el mismo que le había regalado Mingyu a su novio Wonwoo días antes.
Estira sus manos al notar que estaba algo alto el estante del libro y trata de bajarlo, cosa que es inútil pese a su baja estatura.
El menor se queja en su puesto como un niño pequeño. Nuevamente, estira su brazo lo más que puede mientras se coloca en puntitas, pero es imposible.
Después de unos minutos intentando, siente a alguien detrás suyo. Se gira sobre sus talones y mira hacia arriba, detallando una figura bastante más alta que la de él.—por supuesto—
Es un chico de cabello oscuro y sonrisa simpática. Este estira sin esfuerzo su brazo y toma el libro en sus manos.
— ¿Buscabas esto? — Sonríe divertido.
Jihoon lo mira y asiente de arriba a abajo, rápidamente.
— ¿Podrías dármelo? Es mío.
— ¿... Tuyo? Lo he tomado yo, así que por ende es mío. — Dice, dándole una sonrisa descarada.
— Yo lo he visto primero. — Replica Jihoon, tratando de arrebatarle el libro al más alto. Seungcheol sube los brazos, impidiendo que lo tome.
El pelinegro disfruta de lo que está viendo. Tenía que admitirlo, es el chico más hermoso que ha visto es toda su vida.
Sonríe enternecido por el pequeño, que se queja y bufa, con las mejillas tan rosas como su cabello.
Qué chico más tierno.
Deja de detallarlo cuando siente un gran golpe en su entrepierna. Se tira al suelo, gimiendo y quejándose del dolor.
El libro cae en el suelo haciendo un estruendoso ruido. El pelirrosa sin más, lo recoge entre sus pequeñas manos, limpiándolo un poco.
— Te dije que era mío, idiota. — Sonríe de medio lado, dejando en el suelo al mayor, que aún respira irregularmente.
¿Cómo es qué un pequeño cuerpecito puede tener tanta fuerza?
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that's all.
¿Es posible caer enamorado después de que te golpeen en tu zona más sensible? Claro que sí, Choi Seungcheol lo confirma.
Esto es algo que salió de mi cabeza ayer mientras no podía dormir, y pensé, ¿por qué no? Quería escribir algo sobre ese enano maligno y ese líder descarado.
