Sueño

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Abro los ojos preguntándome dónde estoy. El frío se apodera de mis pensamientos, así que solo me levanto dejando caer un montón de papeles junto a lápices y destacadores. Miro hacia el suelo mientras me siento en mi cama. Me he quedado dormido estudiando, resuelvo. Intento recordar algo sobre la noche anterior y solo logro visualizar imágenes débiles de mí mismo estudiando sobre la cama, me noto muy preocupado por lo que ha de ser un examen difícil. Mierda-susurro- el examen.

Corriendo al baño lavo mi rostro y observo que expresa cansancio. ¡Otra vez no! No, no Stiles, no otra vez. Me visto rápidamente, cuando tropiezo poniéndome el pantalón y caigo frente a mi celular. 22 llamadas perdidas de Scott, vaya qué desastre. Me reincorporo y salgo corriendo después de notar que tengo 6 minutos para llegar a clases. ¡Stiles, el desayuno! Grita mi padre, a lo que volteo señalando mi muñeca sin dejar de correr. Desesperadamente saco las llaves de mi jeep e intento darle a la cerradura. ¡Eureka!

Corriendo abro las puertas de la escuela y distingo a Scott fuera de la sala de clases, pareciese que está esperándome, sé que somos amigos, casi hermanos, pero a veces siento que mis sentimientos por él son algo más profundos. Como sea, me siento bien con él y eso es lo que importa. Dios Stiles, creí que nunca llegarías, el examen es en la siguiente clase, apresúrate. Le sonrío mientras cruzo la puerta hacia la realidad.

¿Qué difícil estuvo, no Stiles?, inicia la conversación al salir del examen. Ni que lo digas, respondí todas y aun así me quedo con la duda de si me fue bien. Bueno, tú siempre lo haces bien, me dice mientras dirige su mirada a mis ojos. Por alguna razón me sonrojo, siento un movimiento extraño en el estómago. Bueno, casi siempre, le
digo en un intento fallido de disimular. Siento su brazo pasar por mi cuello hasta tomar posición en mi hombro. Siempre lo hace, digo, es normal entre amigos, pero esta vez provocó algo distinto en mí, se sintió bien. ¿Está todo bien?, pregunta Scott al notar una expresión de confusión en mi rostro. Sí, todo bien. Pero no estoy seguro de lo que dije realmente. Llegan muchas preguntas a mi cabeza.

Cuando llego a casa, saludo a mi padre con un afectuoso abrazo y subo a mi cuarto a sumergirme en cuestionamientos. Será una noche larga, me digo a mí mismo. La verdad no lo fue, estaba tan cansado por desvelarme para el examen que a penas puse mi cabeza en mi almohada caí en el sueño. Pero sí sucedió algo más, algo que acentuó aquellas inquietudes. Tuve un sueño, un sueño en el que estaba yo, en el que estaba junto a Scott, y me sentía de maravilla. Estábamos recostados en el césped mirando las estrellas y hablando de la vida como de costumbre, cuando sucedió, se me acercó lentamente, previamente poniéndose de lado para mirarme, me puso nervioso su mirada. Podía percibir el deseo en sus ojos, podía imaginar lo que sucedería. Sentí sus labios, suaves, delicados junto a los míos. De manera instantánea cerré los ojos, dejándome llevar por el movimiento de su boca. Sentí un cosquilleo, esas <mariposas en el estómago> de las que hablan. Y bueno, también en otras partes de mi cuerpo. Al abrir los ojos, lentamente, comprendí la situación. Estaba en mi cuarto, en mi cama, con un problema <ahí abajo>. Creo que desde hoy no veré a Scott de la misma forma.

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