➸Día uno

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Han pasado días. Días en los que no he dejado de pensar en Scott y en mis intenciones con él. He decidido que buscaré señales, y entonces me confesaré. Hoy es el primer día en que estaré al asecho.

Llego a la escuela en mi jeep e intento apresuradamente localizar a Scott. Observo que su moto ya está estacionada, por lo que asumo que está en el salón. Camino por el pasillo con la mirada fija en la sala de clases, estaba tan inmerso en mi objetivo que no me di cuenta cuando tropecé con los pies de Malia. Hey ¿Estás bien? Preguntó mirando hacia mi persona tirada en el piso junto a mi dignidad. Sí, no me quebré nada. Qué bien, dijo con una sonrisa ingenua. Me ayudó a levantarme cuando noté que estaban todos mirando la escena. Corrí la mirada al piso. ¿Dónde vas? dice Malia.  A clase, respondo y comienzo a caminar hacia el salón. Bien, te acompaño. Al entrar al salón Scott estaba sentado con Lydia (supongo que asumió que no llegaría, o estaba evitándome) así que me senté junto a Malia.

No pude prestar atención ni un solo segundo pensando en Scott. Observándolo como un depredador asecha a su presa. Bueno, a ratos era interrumpido por mi compañera de puesto. Conversaciones que ni siquiera recuerdo. Al tocar el timbre salimos al patio y, como era de esperarse, no se despegó de mi lado.

Mientras pensaba en cómo acercarme a Scott de la manera más discreta posible, escuché una voz. Una voz que me hizo desear enterrarme millones de metros bajo tierra. Te gusta Scott ¿verdad? Me quedé helado, mi corazón se aceleró hasta sentirlo en la garganta. De qué hablas, respondí con mi voz temblando, reflejando el descaro de mi mentira. Está bien, digo no es como si fuera el fin del mundo o algo. ¿Podríamos no hablar de esto aquí? Le digo susurrando, mirando desesperadamente al rededor por si alguien nos había escuchado. Claro, me responde. Tomándola de una mano la llevé hasta uno de los pasillos que en esa hora estaban vacíos. ¿Por qué lo dices? le pregunto. Bueno, pues para ser franca se te nota desde lejos. Diablos, digo mientras arrastro mi espalda por la pared lentamente hasta llegar al suelo y sostengo mi rostro con las manos. Tranquilo, si quieres yo puedo ayudarte ¿sabes? ¿Harías eso por mí? le pregunto con un tono esperanzado. Sí, pero cuéntamelo todo, dijo sentándose a mi lado.

Le conté mi situación a Malia, como si fuera mi amiga de toda la vida. Creo que realmente está dispuesta a ayudarme y eso me vendría muy bien. Hablar con alguien además de mí sobre Scott me quita un peso de encima y me ayuda a ver las cosas desde otro punto de vista. Espero realmente que esto salga bien, pues no quiero que esto se haga algo público. Soy lo suficientemente discreto en la escuela para evitar problemas, y esto podría acabar con eso.

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⏰ Última actualización: May 22, 2016 ⏰

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