Amistad

1.2K 81 11
                                    

Luego de tomar una ducha, bajo a desayunar como se costumbre. Leo una nota de mi padre explicándome que ha surgido una emergencia del trabajo y que no estaría en casa durante el día. Rayos, no quiero pasar el día solo, pero me incomoda la situación de pasar demasiado tiempo con Scott.

Me apoyo en la pared mientras pienso qué hacer, cuando siento dos manos abalanzándose sobre mí. Volteo y todo pareció suceder a gran velocidad. Pude mirar los ojos de Scott, expectantes, entrecerrados por la emoción y la risa que seguramente se estaba guardando para tomarme por sorpresa. De un momento a otro estaba en el suelo escuchando las carcajadas de mi mejor amigo, disfrutando el momento. Quejumbrosamente pido a Scott que me ayude a ponerme de pie. Ya, apresúrate idiota. Tu papá me llamó, dijo que estarías solo en casa y que si podía pasara a ver cómo estabas, dijo sonriendo. Sacudiéndome el polvo del cuerpo, le respondo que estoy bien, que no tiene nada de qué preocuparse, con un tono frío y distante. ¿En serio? Ese no es el Stiles que conozco, vamos, ¿qué pasa? Nada, le respondo con la misma indiferencia. Tomándome los hombros me mira a los ojos con expresión de te conozco Stiles. Corro la mirada cuando siento un calor que me recorre el cuerpo hasta llegar al rostro. Hey, sabes que puedes contar conmigo ¿no?, somos hermanos. No me hagas ocupar mis sentidos de hombre lobo para averiguarlo. Yo, yo me preocupo por ti.

Esas últimas palabras volvieron a provocar el sentimiento del sueño, tomándome del mentón delicadamente me sube la mirada. Ahí estaba él, con sus ojos perfectos, con su cuerpo trabajado, su espalda ancha que me hacía creer que con él todo estaría bien. Vuelvo a su rostro, a sus labios, los mismos que me habían hecho sentir tan bien en mi subconsciente. Mierda, se veía tan irresistiblemente besable. Pensé en besarle, en hacer realidad el sueño y llenarme de placer. Hasta humedecí mis labios con mi lengua en un gesto tonto de preparación. Si no fuera porque Melissa nos interrumpió tocando la puerta no sé cómo estarían las cosas ahora. 

Hola chicos, dejé comida lista en el refrigerador por si quieren comer allá, hoy tomaré un turno extra. Nos vemos, cuídense, dijo despidiéndose con un fuerte abrazo a Scott y una seña dirigida hacia mí. Bueno, ¿vienes o qué? O qué, le respondo. No puedo dejar que esto se me vaya de las manos. Ya, Stiles. No sé qué es lo que sucede contigo pero en verdad quiero que sepas que no importa qué estaré a tu lado hasta el final, porque eso es lo que hacen los amigos, y nosotros somos los mejores en eso, dijo mientras me apretaba contra su cuerpo en un afectuoso abrazo. Amigos, pienso en mi interior. Bueno va, iré contigo. Sonrío al ver lo feliz que se puso, tal vez no lleguemos a ser algo más, pero por ahora me satisface, saber que formo parte importante de su vida al punto en que no se rinde hasta sacarme una sonrisa me hace creer en la posibilidad de mantener nuestra amistad. No puede ser tan malo, ¿no?

ScilesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora