Casualidades

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Llegamos a la discoteca 10 minutos después, por la cantidad de gente que había podía intuir que era una discoteca muy conocida en Barcelona.

Gracias a  Elena nos saltamos la cola, ya que conocía al portero y nos dejó pasar.

La discoteca tenía un ambiente increíble, donde todo el mundo solo se preocupaba de disfrutar.

Fui a la barra a pedir unas bebidas; pedí cuatro Ron con Coca-Cola  y los llevé al reservado. Allí me presentaron a unos amigos que justamente irían a la misma universidad que yo.

Después de unos cuantos cubatas de más, Elena me insistió en salir a la pista:

-Vamos Val, estoy segura de que en Londres no salías y ya es hora de que empieces a disfrutar.-Me gritó en el oído Elena, ya que la música estaba muy alta.

-Elena de verdad, no puedo más llevo demasiados cubatas encima- me quejé. Pero de repente empezó a sonar "Crazy in love" de Beyoncé , y sí, esa era mi canción.

Así que en cuanto empezó a sonar me fui directa a la pista y empecé a bailar como si de eso se tratara la vida. Miré a mi alrededor y estaba dentro de un circulo donde podía distinguir perfectamente a mis amigas gritando como locas. Estaba disfrutando como nunca antes.

De repente sentí  que alguien me sujetó por las caderas y empecé a bailar con el desconocido. Digamos que el baile se subió un poco de tono ya que la gente empezó a silbar y a gritar, además las caras de mis amigas no pasaban desapercibidas. Estaban flipando completamente, y yo disfrutando del momento.

Cuando acabó la canción me gire y me quede completamente embobada. Podia asegurar que era el chico más guapo que habia visto, además de tener un cuerpo que alegraba los ojos.

-Encantado de haber compartido este baile contigo preciosa, me llamo Marcos.- me dijo sacándome del trance en el que había entrado.

-Yo soy Valeria.- dije sin pensar. Cuando llegué a Barcelona me prometí disfrutar de mi estancia aquí, y este chico era la oportunidad perfecta para empezar la promesa.

Después de unas miradas y sin hablar, le dije si me quería acompañar fuera a que me diera el aire, que estaba muy agobiada. Como era de esperar aceptó encantado.

-Bueno cuéntame de ti.- me dijo.

-Hay poco que contar la verdad.. He llegado esta mañana de viaje, ya que vengo aquí a estudiar.-le dije mirándole a los ojos.-¿ Y qué hay de ti?- le pregunté.

-Pues no hay mucho que decir la verdad...  Nunca había visto a nadie con tus ojos.- me dijo acercándose a mi rostro.

-Pues más vale que los recuerdes, porque dudo que los vuelvas a ver.- y le besé. Podía decir que era una de las locuras más grandes que había hecho en toda mi vida, pero por como estaba disfrutando no me arrepiento de nada.

Después de estar un rato así, me despegue de él  y dispuesta a irme y dejar las cosas así me cogió del brazo y me paró.

-¿Te vas sin decir nada?- me dijo con un tono de indignación.

-Lo que quería ya lo he conseguido, nos vemos Marcos.- Y me fui sintiéndome bien conmigo misma, orgullosa de empezar a disfrutar y a llevar las riendas de mi vida después de tanto tiempo.

Dos horas después, me dejaban mis amigas en mi casa, no sin antes recordarme que mañana teníamos una charla pendiente.

Cuando estaba llegando a la entrada, estaban todas las luces encendidas, era raro ya que eran las 6:30 de la mañana de un domingo. Al entrar me encontré con mi madre y Roberto.

-Val hija por fin llegas.- dijo mi madre.

-Por fin está toda la familia unida.- dijo Roberto muy ilusionado.

-¿Toda la familia?- pregunté  sin saber que pasaba.

-Valeria, te presento a mi hijo Marcos.- me dijo Roberto y ví a alguien salir de la cocina.

No podía ser, era él, el chico de la discoteca.

Me quede impresionada, no sabía qué hacer estaba en shock. No sabía como actuar

-Encantado de conocerte Valeria.- y me abrazó como si no nos conociéramos de nada. –Esto no se queda así, preciosa.-me dijo en el oído mientras me abrazaba.

Después de soltarme del abrazo y ver como se iva ahogando una risa por la cara que tenia, dije a todos que me iba a dormir ya que estaba cansada, pero en realidad lo que queria era salir de esa situación. Subí a mi habitación y me tumbé en la cama pensando en cómo iba a sobrellevar esto. Después de unos 10 minutos pensando me levanté dispuesta a darme una ducha antes de dormir y así relajarme. Cuando entré me encontré a Marcos saliendo de ella.

-Vaya así que además compartimos baño.- me dijo con una sonrisa arrogante y que además me derretía.

Esto no podía ponerse peor.

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⏰ Última actualización: May 16, 2016 ⏰

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