Podría haber terminado verdaderamente muchisímo peor. Podría haber acabado con más hematomas, o desangrado. Incluso moribundo. Y se había ganado aquello tan sólo por intentar defenderse, provocando a la persona menos apropiada para ello. Harry Styles.
Si la directora hubiese tardado un solo minuto más, quién sabe si Mark hubiese sobrevivido a los fuertes puñetazos y patadas del joven rizado. Mark nunca volvería a aproximarse a él.
Al cabo de unos minutos, la pelea llegó a los oídos de toda la secundaria de Holmes Chapel. De todas maneras, la mayoría no mostró ni un sólo ápice de extrañeza. Harry siempre aprovechaba para meterse en problemas. Era como si pelear fuese su hobbie preferido, y nunca tenía pudor a la hora de demostrarlo. Por eso, nadie se acercaba a él, a la oveja negra del instituto.
Unas horas más tarde, el timbre sonó, indicando el final de las clases.
Tres segundos y medio después, un barbullo de voces se oía por todos los pasillos del edificio, los cuales se encontraban abarrotados en su totalidad de adolescentes hormonados hablando como si no hubiese ningún mañana. Entre éstos, se encontraba Loraine.
Una linda morena de ojos pardos, quien parecía no ver jamás el lado malo de las cosas. Loraine, o, Rori, como era llamada por sus amigos, era la típica chica responsable e inteligente que daba la apariencia de llevarse bien con todo el mundo. Y, es que además, aquello era totalemente cierto, no había persona alguna a la cual le cayese mal la risueña adolescente de diecisiete años, Loraine Clifford.
Bueno, el joven de rizos, ojos esmeraldas y mirada fulminante; era la excepción a aquello.
Igualmente, a él no le caía absolutamente nadie bien. No hablaba con nadie, solo de vez en cuando en discotecas cuando quería llevarse a alguna mujer a la cama. Así que la soledad, los cigarrillos, las motos, el alcohol, el sexo, y, el boxeo, parecían ser sus únicos y fieles amigos.
"Deberías de haberlo visto, ese chico está mal" se dirigió exclamando Camille, una chica alta y rubia, a Loraine, quien era su mejor amiga.
"Yo creo que debe de haber alguna razón por la que se comporte así. No sé, quién sabe si en el fondo es... agradable." Respondió Loraine, mientras abría su taquilla y depositaba algunos libros.
Los ojos azules de Camille se abrieron, dando aspecto de sorpresa.
"Rori, Harry Styles no es agradable, Styles es un tipo peligroso que es capaz de matarte. Punto." Sentenció Camille, cerrando de golpe la taquilla de su amiga una vez esta hubo guardado los libros.
"No exageres, Camille. Harry es solo un chico más... que, no sé, es un chico al cual no entiende el mundo, o... yo que sé, pero no creo que sea tan malo como todo el mundo dice" dijo, mirándolo.
Harry estaría a varios, mas no muchos, metros de ella. Se encontraba fumando, como habitualmente hacía, en las puertas que daban al patio del instituto. Aquellos pantalones de tubo negros, y esa cazadora de cuero, le daban a éste un aspecto bastante viril, cosa que, aunque Rori no quisiese admitir, le atraía irresistiblemente.
El rizado se percató de la mirada de la morena. Durante una milesíma de segundo, Loraine pudo contemplar aquellas dos hermosas esmeraldas que Styles tenía de ojos. Y, no, no se quedó observándola fijamente como en las películas; él, retiró bruscamente la mirada.
Desde que supo de su existencia hace unos cinco años, siempre quiso saber más de él, el único estudiante de toda la secundaria, que seguramente no sabría ni su nombre.
"Loraine Grace Clifford, ¿a caso has escuchado alguna cosa de lo que te he dicho?" dijo con un deje de irritación la rubia.
"Hum, sí... Digo, no... Lo siento, estaba pensando en otras cosas..."
"¿En Styles, cierto?"
Laralalala, holu (._.)/ Em, bueno, no sé si os habré decepcionado con el primer capítulo o algo, no andaba muy inspirada cuando lo escribí.-. De todas maneras, espero que lo hayáis disfrutado, aunque también sea muy corto:< Los próximos, espero, serán de mayor extensión. El rizos saldrá en el siguiente:3 Besos x