capitulo 3: Adios papá

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Al cumplir Valentina los 14 ya tenía un grado de prestigio en la Academia y entre los espectadores que acudían a los recitales de la Academia contaba con una beca y uno que otro fan, pero sin lugar a dudas era su padre el que más la ovacionaba en cada ocasión, su padre era ya un hombre mayor cuando Valentina nació a diferencia de su madre que tenía 38.

Esteban era abogado con 30 años de experiencia, avía conocido a Carmen por la hija mayor de el Susana que era la hija de su primer matrimonio la chica estaba estudiando en la Academia para ser pianista y Carmen era su tutor, al principios del año escolar hubo una presentación y fue cuando Carmen y Esteban se conocieron ambos corriendo por los pasillos chocando uno contra el otro y papeles volando por todas partes y diciendo - fíjate - llegó tarde!!.

La prisa fue la razón por la que ese día no se prestaron atención en ese momento, aunque tres horas después se se pondrían mucha atención, primero un café después una comida entre los tres, terminando con una boda ocho meses después de conocerse Susana dio el grito en el cielo y se mudó con su madre a California.

Pasaron ocho años para que se diera el embarazo de Valentina, Esteban a sus sesenta y cuatro años tenía a una niña de catorce años sorda y una esposa de treinta y ocho años.

Todo estaba bien familia feliz, trabajo estable y sin problemas económicos, pero la vida es una montaña rusa y el veintisiete de septiembre a las dos y media de la tarde sonaría el teléfono de Carmen avisando que Esteban había sufrido un infarto en los juzgados.

La noticia fue terrible para las dos se habían quedado solas la primera esposa de Esteban se había quedado con todo el dinero, el coche y la casa, la familia de Carmen se habían alegado por que no aprobaban el matrimonio de ella con un hombre mayor y menos una niña con discapacidad.

Carmen tuvo que vender los anillos de compromiso para el funeral de Esteban y el alquiler de un departamento, pidiendo prestado para comida ya que su sueldo era para el alquiler, colegiaturas y el médico de Valentina, la beca sólo cubría el vestuario, accesorios y zapatos que se pedían como uniformes reglamentarios.

En esos momentos la única persona que ayudó a Carmen y Valentina fue Sonia ofreciéndoles quedarse con ella y su hijo en su departamento.

Una Cansión Para ValentinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora