Cuando te vi....

10 1 0
                                    

Las 2 siguientes clases no se hicieron tan largas como la primera, aunque esa había estado bastante bien comparado con lo que era normalmente. Bueno, que cuando sonó el timbre todos salieron corriendo de clase para poder liberarse en el recreo de dos extraes antes horas de clase. Todos se aprisionaban en los pasillos haciendo imposible la huida al exterior del centro, hacia el patio. Cuando por fin, pude llegar a las taquillas, también tuve que hacer otro gran esfuerzo para sacar las llaves del candado de la mochila, pues la gente seguía empujando contra paredes, taquillas, personas....

Hasta que vi que el número de personas en el pasillo había disminuido y por tanto fui a sacar las llaves cuando.... Toma leche!!!
Y de un empujón salí rebotada hacia la compuerta de la taquilla de una niña que se encontraba al lado mío, ocasionando un grave trompazo con un desagradable tamboroteo por parte de la taquilla al chocar contra mi cabeza, un fuerte marea por mi parte, unos gritos muy estridentes de la propietaria de la taquilla y varios conocidos intentando hacer que yo parara de ver gemelos por todas partes. Al dejar, por fin, de ver doble, intenté levantarme mientras me apollaba en todo el mundo (que evito que en alguna ocasion me cayera) y al poder sostenerme en pie busqué al cumpable de mi ahora, cabeza achichonada (ni siquiera sé si esa palabra existe).

Al mirar por encima de las cabezas de todos, no vi a nadie sospechoso, que sería alguien a quien yo no le agradara mucho, pero resaltando entre todas, vi un pelo negro que se abría paso entre los demás. No le presté mucha atención porque si no tendría que haber aguzado más la vista, y la verdad no quería que mi cabeza tuviera mas excusas para dar vueltas.

Ya con todos mis libros para las siguientes clases en la mochila, me puse a andar (o al menos a intentarlo) hacia la salida al patio. En vez de eso, otro cuerpo se cruzó en mi camino que provocó que casi me cayera al sualo. Desde luego hoy no sería mi dís de suerte.

Al alzar la cabeza vi a Samantha, o Sam como la llamaban sus amigos. Ella y yo nunca habíamos tenido una relación muy estrecha por eso me extrañó que me dedicara una sonrisa.

Junto a ella vi a un chico que sería de unos..... ¿2 años más que yo?

Bueno no sé porque nunca fui buena para las edades. Tenía unos ojos verdes pero con matices marrones y me miraban divertidos como si el que hubiera estado a punto de caerme le hiciera mucha gracia. Tenía el pelo rizado y negro por lo que le di parecido al pelo que habñia visto en el pasillo. Me sonaba pero no le conocía especialmente. Me estaba mirando con diversión me con un pequeño gesto que indicaba que fuera a ser un ceño fruncido.

Desvié la mirada, molesta, por la expresión que había puesto al casi caerme. Miré a Sam para iniciar alguna conversación porque el estar tanto tiempo callados no me gustaba mucho. Se sentía.... incómodo.

- Que hay Sam

- Hola Jude, hemos oído un ruido desde el pasillo de Historia y hemos veniso a ver quien sería el afortunado. Obviamente hemos sabido que eras tu

El tono que estaba empleando no me gustaba un pelo pero me devatí en mi interior entre gritarla cualquier palabrota o insulto que me viniera a la cabeza (que no eran pocos) o callarme y tragarme el orgullo

- Sí, la verdad es que con el sueño de esta mañana no podía casi abrir los ojos, pero aún así tambien he visto que algunos han crecido un tanto en Navidad y cada vez cuesta más pasar por los pasillos. Incluso... ¡Anda! Si tu tambien eres una. Pero por desgracia para ti el crecimiento esta siendo para ancho.

Terminé mi habladuría con eso para hacerla enfurecer y así yo divertirme un tanto y lo conseguí porque en respueta ella me miró con desprecio. En un momento había pensado el dejarme vencer y tragarme el orgullo pero las palabras salieron solas. El chico que iba a su lado soltó una risa agachando la cabeza para que no lo oyera pero que no sirvió de nada porque ella lo notó y le advirtió con la mirada.

Al volver a mirarme, ella ya tenía otra vez una expresión de superioridady malicia y comprendí que no había terminado este juego.

- ¿Ah se me olvidaba! No os he presentado. Este es Leo, mi novio. Leo, esta es Judith Rainolds

Lo último lo dijo resaltandolo porque sabía que odiaba que me llamaran por mi nombre y apellido completos. Le dirigé una fugaz mirada de advertencia a lo que respondió con una sonrisa maliciosa. Al volver a mirar a su nuevo novio, comprendí de que me sonaba.

- ¿Pero tu no estabas saliendo hace dos días con Mia Lervor? Ayer les vi y no parecía que estuvieras pensando cortar.

Como respuesta, se empezó a reír como si no hubiera un mañana y yo, con el ceño fruncido, esperé a que volviera a su estado normal. Pero en vez de él me respondió Sam.

- Madre mía Judith, no estás nada enterada de las cosas. Deberías de dejar de juntarte con tanta marginada. Leo tiene un hermano gemelo que se llama Jonh que sí que está saliendo con Mia

Bajé la mirada porque en el fondo sabía que tenía razón. Pero no me arrepentía de con quien me juntaba porque total, eran mis amigas y estaba a gusto con ellas. Tal y como se dice, más vale sola que mal acompañada.

Y sin darme cuenta, ellos ya se habían ido y me habían dejado sola en medio del pasillo pensando en.... En lo marginada que era.

Hola a todos!!!!
No sé si se está haciendo aburrido el libro o los capítulos son cortos pero de lo que sí que estoy segura es que tengo muchas faltas de ortografía.

Lo siento de verdad pero es que se me va el dedo.... Y luego se me olvida revisarlo.

En fin, me gustaría que me dijeran todos los fallos que crean que voy teniendo para poder resolverlos que tampoco voy a estar escribiendo un libro y ni siquiera le guste a la gente

Si les gusta voten si no.... Bueno eso sí que no lo sé
HASTA LA PRÓXIMA!!!!!

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 21, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Sin ti, misión imposible Donde viven las historias. Descúbrelo ahora