Siempre Estuve Despierta (TERMINADA)

Parte 2

Tyler me besaba sin control, su mano me acariciaba lentamente y luego un poco más rápido uno de mis pechos.

—Te he extrañado tanto. -me escuche decir.

—Tuve que irme, era mi momento de partir.

—Quedate conmigo. -gemí.

—No puedo.

Abrí los ojos y frente a mí se encontraba Cameron Boyce.

Me desperté sobresaltada, abrí los ojos como platos y lo único que encontré fue oscuridad, estaba aún mirando hacia la pared, o al menos eso calculaba.
Pero el sueño no había sido solo un sueño después de todo.
Recordaba que Cameron estaba durmiendo a mi lado, así que él tenía que ser la persona que ahora mismo me masajeaba el pecho derecho con su mano. Probablemente mi reacción lógica debería de ser levantarme de allí de inmediato y golpearlo.
Pero hice todo lo contrario, me quede quieta aun sintiendo su mano acariciarme, había mucho que no sentía una caricia así.

Hacia un año, más o menos. Tyler había sido el primer y único chico con el que había llegado a estar.

No era consiente de si Cameron estaba dormido o despierto, porque la probabilidades de que el estuviera despierto no eran muchas, dudaba que él se atreviera a manosearme conscientemente cuando ni lo conocía.

O quizás lo hacía.

Cerré los ojos y fingí estar dormida, si en dado caso él estaba despierto no quería que el supiera que yo también lo estaba, me sentía bien bajo su caricia pero no quería llegar a nada más.

En algún momento determinado su cuerpo estuvo totalmente pegado al mío, yo estaba de espaldas a él y podía sentir su erección contra mi trasero.

El beso mi hombro desnudo. Bueno, o había estado despierto desde el principio o se había despertado ahora y seguido con el jueguillo.

Por más que quería corresponderle no lo hacía, había dicho mil veces que no estaría con nadie más y estar de este modo con alguien me haría quedar mal.

Cameron se movió un poco más detrás de mí y supuse que estaba haciendo algo con esa erección porque su respiración en mi hombro decía ya mucho.

Luego de un rato él se corrió. Me quede quieta como estatua, el retiro su mano de mi pecho y se acomodó más en la cama un poco alejado de mí.

—¿Qué demonios he hecho? -lo escuche susurrar.

—¿Esto es algo así como una violación?