Capítulo 1- La pequeña karen

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Estaba de regreso a mi casa, iba caminando tranquilamente, el cielo estaba cubierto por unas nubes grisáceas que ocultaban al sol, empezaron a caer unas pequeñas gotas del cielo, comenzó a llover de nuevo.
No me importó y seguí caminando tranquilamente.

A medida que aumentaba la intensidad de la lluvia las gotas que caían eran más grandes y más hermosas, nunca en mi vida me importó que la lluvia me empapara, siempre me hacía sentir libre.

Ya estaba en la puerta de mi casa. Saqué la llave de mi bolsillo y abrí la puerta lentamente sin hacer mucho ruido. En el aire se podía sentir un fresco olor a té de vainilla y a galletas recién horneadas.

La luz de la cocina estaba encendida y ahí estaba mi madre en una pequeña mesa tomando un poco de té mientras leía.

-¿Qué es esto de llegar a estas horas Lucy?, y además mírate estas empapada de pies a cabeza y para colmo tus botas están llenas de lodo, rápido ve a cambiarte y asegúrate de no llenar nada de lodo o mojarlo-dijo mi madre con voz de enfado

Subí a mi cuarto y cerré la puerta. Me di cuenta de que la ventana estaba abierta "creí que la había cerrado" pensé.
No le di mucha importancia a eso, simplemente me acerqué y la cerré. Abrí el closet y saqué una blusa de manga larga azul claro, un pantalón de mezquilla y mi suéter favorito. Hacía mucho tiempo que no usaba ese suéter, una semana antes de que falleciera mi padre fue la última vez que lo usé. Suspiré. Me puse unas pantuflas y salí de mi cuarto.

Bajé las escaleras y entré a la cocina. Mi madre seguía ahí sentada tomando té y leyendo un libro. Me serví un poco de ese cálido té de vainilla y empecé a beberlo en una taza blanca con dibujos de gato. Esa taza siempre fue mi favorita. Tomé unas cuantas galletas y las escondí en el bolsillo de mi suéter, me senté al lado de mi madre y saqué mi celular para ver los mensajes que había.

-Lucy, celulares en la mesa no!- dijo mi madre con tono firme.

Termine de beber el té y llevé la taza al lavavajillas. Subí a mi habitación y de nuevo estaba la ventana abierta.

-ha-hay alguien ahí?- pregunté con voz temblorosa

De repente oí un rechinido proveniente del closet. Tomé la navaja que escondía debajo de mi cama y me acerqué lentamente.

-¡Lucy!- salió mi pequeña prima del closet

-¡Ah!-solté un pequeño grito

-A q no lo esperabas, a que no lo esperabas- dijo mi prima con tono burlón

-No vuelvas a hacer eso Karen, pude haberte lastimado- dije con un toque de enfado en mi voz

-Lo siento lucy, pero ya sabes como soy- dijo con voz inocente.

-Bueno no importa, ven acá pequeña-le dije con una sonrisa dibujada en mi rostro

Dejé la navaja en mi cama y bajé a jugar con mi pequeña prima.

El Cuarto De Los Espejos [pausada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora