Cómico en la tragedia

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Se abrió la puerta, finalmente e ingresó un doctor a la sala.

                -Hola andrew, soy el doctor Daniel Vega, y seré tu analista.- dijo

               -Shhh! Doctor, ¿No sabe que es de mala educacion interrumpir cuando otros estan hablando?- le dije y me reí.

               -No hay nadie más en esta sala andrew- me replicó seriamente- solo tu y yo.

               -¿Esta seguro doctor?- le pregunte- porque puedo apostar a que usted tambien quiere y puede verlos incluso escucharlos, pero los ignora, como todos.

               -Bueno, entonces deja de hablar un momento con ellos y habla con....

               -¿Con usted?- lo miré y atiné a esbozar una sonrisa- No, doctor; hasta que usted no acepte escucharlos es igual de aburrido que todos ellos.

              -¿Ellos? ¿Quienes?- me preguntó

              -Los que mate obviamente jajaja....de hecho- continué- ellos empezaron como buenas personas, divertidos, me causaba gracia...pero poco a poco, se volvieron como usted...sus vidas perdieron el color; aunque usted esta muy cerca...

              - ¿Muy cerca de qué?- me preguntó impaciente.

             -Oh! Mi querido doctor, que dijimos de interrumpir a las personas, las respuestas llegarán a su tiempo...ya verá que no somos tan diferentes, la diferencia es que yo entré muy joven a la lista de niños malos  jajaja...pero usted, usted noooo, usted esta por entrar en ella...por ahora limitesé a realizar su trabajo- le dije y me quede mirando el vacío.

Recuerdo que le permití una entrevista de una hora, ya que me pareció una persona interesante

          *-¿Como no te parecería interesante si era identico a ti?

         -Tienes razon amigo mio, fue la ultima persona que encontré interesante y con potencial.

Empece a hojear el periódico.

         -Ahora no es más que un prófugo de la justicia...¿verdad andrew?

        -"Reconocido doctor es encontrado culpable por los asesinatos de funcionarios públicos- leí en voz alta- y empieza la busqueda de...." bla, bla, bla

        -Bueno...pero esta no es su historia- me levanté de un salto- mejor continuemos con la mía- empecé a dar vueltas por la habitación-...'Había una vez un pequeño niño, que jugaba y jugaba pero no solo jugaba, sino que le encantaba reir...y reía, y reía; ese niño era feliz, jugueton e inteligente...pero hubo un día en el que ese niño se pusó triste y ese día...unos bastardos, quisieron reirse de él, ¡pobres!, si hubieran aprendido que con las personas que rien y rien se debe tener cuidado cuando estan tristes, ya que esas personas, querrán sonreir de nuevo y no importará si para ello deben marcar una cara triste en la expresión de otro.' Y caé el telón...


*NOTA: Las palabras en negrilla      constituyen el monólogo
que realiza el personaje

           

Desde La Ventana De Un PsicopataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora