Malos actos, precios justos.

21 1 0
                                    

_______ POV.
Justin tardó una hora, una estúpida hora, que me dejó casi calva de tanto que jalé mi cabello en frustración.

–Hola pequeña.– me saludó con su voz varonil, y como imaginaba, vistiendo su costoso traje negro, con una camisa blanca por debajo de aquel saco. Y pintando una sonrisa blanca como el papel, este hombre estaba tan bendito.
–Pasa Bieber, no tengo tiempo para halagos, de verdad.–abrí paso a ese pequeño apartamento al Sur de Nueva York, descuidados no tan sucio, pero para nada de mi gusto. Hicimos camino hacia el viejo sillón, donde lo ví dejar su maletín despreocupado, risueño, como siempre. En situaciones así lo detestaba.– no tengo que decirte que haces aquí, debemos sacar a mi padre, no podemos dejarlo vivir toda una jodida vida allí.–Me miró fijamente, e hizo una mueca soltando un largo suspiro, y una sonrisa de lado se posó en su rostro. –Nena, soy yo el que no tiene que leerte el expediente del Rey. ¿Me crees un abogado de segunda? Estudié toda mi vida para ser quien soy.–Dijo, sonando medio ofendido, pero, ¿qué le pasaba? Había trabajado para papá desde que yo tengo más o menos catorce, y ya estoy pisando los veinte.

–Just, vamos... Te pagaré todo lo que desees, solo sácalo. Tú conoces a georgino, el tipo está casi enamorado de tí, sacarías a mi padre en dos horas si hablas con él.

Justin's POV.
Extallé en risa cuando vi la noticia del Rey. 17 años siendo el mafioso más buscado y conocido, y lo atraparon de la manera más insípida, definitivamente ya no era un modelo a seguir. Sabía que pronto llegaría la llamada de la segunda persona más buscada, después de su padre. Había visto sus expedientes, el FBI confiaba en mi trabajo, tanto como confía un perro en su amo. Y así fué.

Esta mujer aún tiene cojones de ordenarme a mí, sabiendo que soy yo quien posiblemente sea quien meta las manos en fuego por su padre, pero no será fácil, y tampoco gratis. Claro, ella me las pagaría a mi manera.

Llegue a su casa, y denuevo comenzó a hablar con su tonto sarcasmo, que creía que me asustaba, aunque, era caliente como siempre estaba así, dominante, molesta, lista para dar un golpe. Pero la conocía desde hace mucho, esa mujer que estaba montada en esos agujas, con esa falda bajo las rodillas y ese ceñido suéter negro, no eran precisamente lo que aparentaba. La había visto derrumbarse en lágrimas, y depresiones continuas, aunque solo fuera el abogado de su padre.

Y rogó, así te quería oír, pequeña _____.

–Esto no es sobre Georgino, _____. Esto es sobre el Rey, tu padre, y sus incontables delitos. No soy un salvador salido de un cómic, cielo. Soy un abogado, que no puede pasarle por encima a la justicia así, como así. –Me burlé de mí mismo, claro que podía manejar la justicia a mi antojo, a quien quisiera, pero a esta niña, no le daría ni un pelo de facilidad.
–Eres un idiota inservible de mierda.–y aquí va, perdió el control, como siempre, se levantó del cómodo sillón, para ser viejo era confortable; sacó su calibre 23, y lo apuntó, sin dudarlo, sus lágrimas se contenían cada vez más, podía ver sus ojos punzarlas.– Y te mataré, por inútil, te mataré si mi padre no está libre en 4 meses Justin, es mi última advertencia.–No pude evitar ponerme algo nervioso, conocía sus actos en la mafia, y sus favoritos, eran los hombres.
–Si me matas, no habrá salida, si sabes a qué me refiero. Relájate, baja tu tonta arma, y siéntate aquí, podemos hacer un trato, favorecedor para los dos. –Le dediqué una linda sonrisa, viéndola obstinarse un poco más. Pero haciendo caso a mi petición. A lo que respondió desesperada.– Habla ahora, o te callare para siempre, si sabes a lo que me refiero.–Dijo haciendo referencia a mis propias palabras.
–Se que darías todo por tu padre, y yo, a decir verdad le tengo cariño también. El Rey ha sido mi cliente por años, y, ha sido un tonto por dejarse atrapar. Así que, pagaras, con lo que yo desee que pagues.–Sonreí tan cínicamente, que yo mismo me intimide por tanto descaro, y su cara frunció el ceño, se cruzó de piernas y señor, juro que sentí algo electrizante correr por mi cuerpo. ¿Cómo una falda por debajo de la rodilla podía prender a alguien?, quizá solo era el derroche de clase que esa mujer de la mafia destilaba.
–¿sexo?, ¿es eso lo que quieres?, eres un cerdo vestido de traje, Bieber.
–Me hizo reír el hecho, pero, quizá no era tan improbable una cargada más que otra. Sin embargo.– No, harás cualquier favor que te pida, estarás disponible para mí, y para lo que yo quiera, las 24 horas del día, y no me importa que tengas negocios. Vas a comenzar a comportarte como una dama, y no como una mafiosa. Si no, tendrás que pagar el precio justo, por tus malos actos. Y no olvides, que hago lo que se me antoje en un tribunal, y puedo hundir hasta la última hebra de tu precioso cabello.

______ POV.

Desgraciado, desgraciado, desgraciado.
–Acepto, Just. Seré tu dama, día, tarde, y noche. Seré tuya, cuando desees y como desees. Me encargaré de los negocios desde donde tenga que hacerlo. Pero quiero a mi padre libre, en 4 meses, Bieber. ¡Cuatro!.– Hice énfasis en esa última palabra, recordándole, que quería a mi padre libre, a cambio de darle todo mi ocupado tiempo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 17, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Culpable. |Justin Bieber|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora