Hija de mar y sabiduria

Momentos incomodos

Era raro y me hacía sentir un escalofrió cada vez que lo pensaba, es como si de una mañana a otra te sintieras preparada para devorarte el mundo, como si te sintieras el ser más poderoso en la tierra, con ganas de gritarle al mundo "¡hey! Estoy acá y lista para devorarte" y a una parte de mi le agradaba eso pero a la otra le causaba ese escalofrió

Al despertar lo primero que hice después de vestirme y asearme fue correr al taller de Leo para arreglar mis cosas y tener todo listo en que legaran los demás pero al abrir la puerta me di cuenta que no estaba sola y adivinen quien más estaba

Hola Ian – dije tratando de actuar normal, al fin y al cabo él no sabía que yo sabía de lo nuestro

¿Qué te hiciste hoy? – Dijo observándome – luces distinta, luces más tú, o sea, la antigua tu

Nada – dije poniéndome nerviosa por su mirada

Deben ser cosas mías – dijo quitando importancia - ¿te puedo hacer una pregunta?

Llevas dos pero te concedo la tercera – dije acercándome para ver que hacia

No respondió pero me miro como si eso no fuera un comentario propio mío - ¿Qué fue lo que recordaste? – dijo mirándome ¿esperanzado?

Nada importante, recuerdos de mi niñez algo de mis primeros días en el campamento y eso – dije mintiéndole - ¿por?

Lo que pasa es que anoche tuve recuerdos de unas vivencias que tuvimos juntos – dijo desilusionado, ¿será que el vio lo que yo recordé?

¿De qué tipo? – y no respondió porque el prudente de mi hermano y mi amiga llegaron

Y cuando los vi unas imágenes vinieron a mi cabeza

¿Quién es ella? – dije mirando a una rubia que apenas llegaba al campamento hoy

Nadie importante debe ser una hija de una diosa menor – dijo mi hermano a mi lado – vamos que nadie es rival para ti mini sabelotodo

No me preocupa eso sesos de algas dos – dije golpeando su hombro - ¿te gusta? – dije al ver como la veía

Que va – dijo el – además es rubia lo más probable es que sea nuestra tía

Te recuerdo que entre dioses no existen esos parentescos – dije abusando de mi sabiduría

Pero entre hijos del mismo dios si existen boba – dijo revolviendo mi cabello – y se supone que tú tienes más de Atenea que to ¿no?

Podría ser hija de Zeus – dije encogiéndome de hombros pero la lechuza en su cabeza confirmaba que era nuestra tía, una hija de Atenea

A ti te gusto Abby cuando llego – dije sorprendida por mi recuerdo y un poco asqueada

Cállate – dijo el un poco rojo más que mal le gusto su tía

Ojala cada vez que recuerdes no seas un vomito de palabras – dijo Eliza llegando lo que significaba que debíamos partir

A Los Ángeles – grito mi amiga un poco incómoda para la solución

O si – dije yo – si no estoy mal mis tíos aun no deben estar ahí así que no tendremos problemas con que vean este barco – dije mirando al nuevo Argos

O no te preocupes la niebla lo tapara – dijo mi hermano subiendo a bordo

Esperen como saldrá esta cosa – pregunto Abby

Por ahí – le respondió Ian mientras se abría una gran compuerta en el techo