Capítulo 4: Serpientes en mi cabeza

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Capítulo 4: Serpientes en mi cabeza

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5 MINUTOS

Kruger me da un lugar para poder vivir, después me mete una pistola en la boca y me dice que para alcanzar la vida eterna primero tienes que morirte. Sin embargo, durante mucho tiempo Kruger y yo fuimos muy buenas amigas.

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UNO

Las mañanas eran más frías en estos últimos días. Casualmente el único lugar que parecía aminorar el escalofrío que recorría mi cuerpo era en el trabajo.

El día de hoy era uno de los más importantes para la empresa Sears, ya que hoy, Tomoe, tendría que rendirle cuentas a toda la junta directiva, para que ellos se lo hicieran saber a los altos mandos de la empresa y estos a su vez se lo explicaran a la escuincla de Alyssa Sears, que dirige el negocio y finalmente ella le informe a los verdaderos dueños de este monopolio.

Es fastidioso para mi gusto.

Los enredos que se tienen en este lugar ya me tienen sin cuidado.

Lo que si me interesaba era el ver cómo yo era observada bajo la atenta mirada asesina de Tomoe, mientras se dedicaba a dirigir la junta dándole los datos más relevantes de este mes.

El problema del porque me quiere matar es porque a mí me tocaba dirigir la junta, pero en el estado en el que me encuentro no me lo permitió alegando que me había vuelto un desastre en mi presentación.

-"¡¿qué demonios te paso Kuga?!" - hizo un grito de histeria al verme llegar esta mañana

-"tuve un percance"

La primera regla del club es que no se habla del club.

-"¿Qué no sabes qué día es hoy? En unas horas será la junta" - con una mirada de frustración y una ceja arqueada me pedía más explicaciones, cosa que no le di

-"No estoy muerta, Tomoe"

-"Kuga, tu estado es deprimente, ahora harás que tenga que memorizarme los datos para que se los exponga a la junta directiva"

Llevándose los reportes consigo en un movimiento de caderas muy sensual termino yéndose azotando la puerta de mi oficina

En ese momento supongo que le pareció fácil hacer el trabajo, pero creo que ahora ya estando en el problema se le había complicado más, no paraba de tartamudear y revisar una y otra vez las hojas de los reportes tratando de entender.

-"entonces ¿qué nos recomiendas con las finanzas del modelo x-238?" - El señor Ryūji Kitamura, un viejo bigotón le pregunto a, Tomoe, y ella palideció

-"eh... bueno ese modelo... eh..." - Mi jefa no conoce el material, pero no me dejará presentar el proyecto con un ojo morado y media cara hinchada por los puntos de sutura que se expone en mi ceja izquierda - "los reportes todavía no se analizan a fondo"

-"en ese caso cuando este todo listo podremos reiniciar la reunión" - en ese momento todos se levantaron dando por terminada la sesión

-"si Kitamura-san"

- "señorita Kuga..." - El viejo bigotón me observa por un momento y culmina su inspección con un diálogo de lo más dramático - "...solo espero que el otro sujeto haya terminado peor"

Saliendo del trabajo puedo notar las miradas que captan mi presencia y me ven de arriba abajo, la mayoría son de los chismosos del trabajo con los que nunca cruce ninguna palabra.

El reflejo de un espejo. (ShizNat)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora