Capítulo 9: El traidor

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Hoy en el primer recreo estábamos jugando a la mancha y viene el traidor, es un chico bajo de ojos marrones y pelo pelirrojo.
puede que su descripción les guste a algunas pero no, era horrible, súper feo... era como el chico pelirrojo de ojos marrones más feo que se pueden imaginar. O tal vez piense así por que es un traidor, no se, solo tal vez...
Bueno él se acercaba y nos preguntó por si lo dejabamos jugar, ¿Qué piensan que le respondimos? NO. NO, NO, NO Y NO.
Lo suplicó todo el recreo y lo peor es que nos hizo perder tiempo para jugar a nosotros.
Me gustaría sacarle la cabeza, jugar a la pelota con ella y después cocinarla y después tirarla a la basura y después sacarla y después cortarla y des... bueno si ya se soy demasiado tierna y buena :)
(Y un poquito macabra ;p )
Cuando llegó el segundo recreo salimos a jugar otra vez los 8, y el traidor, que se llamaba Tobías, siguió insistiendo. Pero esta vez lo dejamos jugar, no para que dejara de molestar y podamos jugar, bueno un poquito si, pero en realidad nos dimos cuenta de que no es bueno hacer eso.
La cosa fue asi:
Tobías había inventado un juego con Ludmila y Santiago, y casi toda el aula quería jugarlo, pero resulta que nada mas podían jugar algunos, pocos. Y Tobi no era un compañero más, ni un enemigo. Era amigo de los ocho, aun que no llegaba a ser mejor amigo por se reunía con otros. Y cuando todos querìan jugar y era de a pocos invitó a todos lo que querían jugar menos a nosotros 8. Lo peor es que invitó a todos los que querían jugar, incluyendo enemigos, y a nosotros que siempre le hablamos, con toda la buena onda, él no nos deja jugar.
Nosotros le preguntamos cómo se sentiría él si le hicieran lo mismo. Dijo que estaba acostumbrado por que se lo hacian seguido. Pero le preguntamos también si nosotros le hicimos alguna vez eso, constestó que no. Por eso nos enojamos y le dijimos que si nosotros no le hicimos nada, por qué él nos tiene que hacer lo que le hicieron otros. Y hoy nos vengamos haciendole lo mismo, sé que no está bien pero él no nos habló mas despues de habernos echo eso, y solo cuando le conviene, aparece. Por ejemplo hoy, hoy vino sólo por que le gusto el juego y como no lo dejábamos, suplicó.
Pero en el segundo recreo sí lo dejamos por que no está bien hacer eso. Y le dijimos el por qué no lo dejamos jugar.

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⏰ Última actualización: May 18, 2016 ⏰

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 Julia SilvaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora