Tarde desesperada - Capítulo 3

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Estaba junto con Hanna, mi hermanita. Nos dirigíamos a casa, caminábamos mientras le preguntaba como le fue en este primer día de clases.

- ¿Qué tal estuvo tu clase?-, le pregunté.
- Estuvo genial, hice una amiga-, lo dijo emocionada.
- ¡Qué bien hermanita!-, le dije. 

Es bien difícil hacer amigas para ella, no era tan sociable como yo. En fin, lo importante es que ella se sienta acompañada, porque siempre está sola y sin hacer nada. Me puse a recordar: "¿será por que nos mudamos?"-, creo que si, -me reí-. 

Ya cuando estábamos a punto de llegar a casa, vi a Stacy, si, la chica de las pestañas bonitas. Estaba ingresando a una casa y me pregunté, - vivirá ahí-, me quedé sorprendido.

 En un momento me dije.

- ¡Qué gran casualidad! -, estaba anonadado.

Pero inmediatamente, me llegó algo a la mente, pensé:  - "Las casualidades terminan en grandes historias"-; me sonrojé y me tapaba la cara de nerviosismo. Mi hermanita me miraba sorprendida.

- ¿Por qué te pones nervioso? -.

- Es que...- , tartamudeaba. 

- Hermano, dime-.

- Lo que pasa es que esa chica que ves ahí-, —le señalé—, la conocí hoy en la secundaria y pues..., —me puse rojo—.
- ¿Te atrae, verdad?-, sonreía.
- Si, un poquito-, le respondí mientras juntaba los dedos.

Ella insistía en que vaya y la saludara de nuevo. Yo no quería, estaba muy rojizo.

- Corre, ¡ve!-; Hanna insistía.

- Pero ya la saludé-, mencioné.

- ¡Ay hermano!-, suspiró.
- Está bien, iré-, estaba nervioso.

Me acercaba lentamente, poco a poco, sentía la piel de gallina con tan solo verla. 

- Hola de nuevo-, le dije a Stacy.

- Ah, ¡hola!, ¿Benjamin, cierto?-, me preguntó.

- Si-, —respondí con la cabeza agachada—, -¿y...vives aquí?-, le pregunté.
- Esta es mi casa-, me sonrío.

- ¡Qué bien!-,   — tenía ganas de saltar de emoción  —, yo también vivo por aquí.

- ¡Estupendo!, entonces podemos vernos más seguido- , me dijo.

Logró que me pusiera demasiado rojizo, pareciera que me hubieran echado maquillaje. Me quedé mudo, no supe que decir.

Me despedí, mientras mi hermanita me esperaba a unos metros.

Mi historia en tus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora