Adam
Era septiembre de 2013, estaba nublado y yo me encontraba en el tejado de mi casa, lanzando piedras a la oscuridad, a pesar del clima, aún habían personas merodeando por la calle.
-Dios, que frío- susurre mientras apuntaba mi chaqueta -Pero al menos, desde acá arriba, la gente no parece tan estúpida, tal vez no lo serían si tan sólo pensarán las cosas antes de decirlas, pero vamos, ¡¿esos ignorantes que van a poder pensar?!-
Cuando de repente escuche a mi madre llamándome, la comida estaba en la mesa, lo mismo de siempre, comida de microondas, ¿pero que más podía esperar? ¿Qué más podía exigirle a mi madre? Esa mujer tenía suficiente con sus tristezas y sus pensamientos, que estaban en constante conflicto.
-Adam, se enfriará, anda, siéntate y come, si no, sabes que enfermaras- me ordeno mi madre mientras ponía unos cubiertos y una servilleta cerca de mi plato.
No hubo conversación en toda la cena, seguro mamá estaba preocupada por algo, cuando no me preguntaba por cómo me había ido, era porque estaba demasiado triste o preocupada, así que cuando termine mi comida, me levante, y le ayude a limpiar un poco la cocina y luego fui a dormir.
En medio de la noche, aproximadamente a la 1:00 AM, me levante para ir por algo de beber a la cocina, cuando regrese hacia mi habitación, pude escuchar a mi madre sollozando dentro de su habitación.
Odio escucharla llorar, me parte el corazón, quisiera entrar y consolarla, pero no puedo, ella no debe saber que yo la he escuchado hacer eso en secreto. Me quede parado en frente de su puerta queriendo entrar, pero luego simplemente me aleje.
Al día siguiente, me levante más tarde de lo habitual, ¡Demonios! ¡¿Por qué la alarma no sonó?! Vamos Adam, arriba, corre que se te hace tarde. Baje a la cocina para desayunar, allí estaba mi madre, estaba muy feliz, a pesar de que anoche había llorado. Pero cualquiera en su posición lo haría, sufrió mucho con lo ocurrido hace 5 años, lo recuerdo tanto, yo tenía 12 años, estaba en mi habitación haciendo mis tareas cuando escuché un ruido en la sala, baje corriendo, cuando llegue mi hermano, Will, estaba muerto, si, muerto, mi padre lo había matado, él no era un mal hombre, solo se transformaba en uno cuando tomaba, él era alcohólico, se había casado con mi madre por que los padres de ella los obligaron cuando mamá quedo embaraza de Will, él era 3 años mayor que yo, era un gran hermano mayor, cuando lo vi tendido en el piso sangrando de inmediato llame a una ambulancia, pero ya era tarde, mi padre le había roto una botella de cerveza en la nuca, esto hizo que se desmallara y al caer se golpeó la cabeza con una mesa, esto causo un derrame cerebral que le causó la muerte en minutos; esto fue lo que explico el paramédico cuando mi padre le conto lo que había sucedido, obvio a mi padre lo enviaron a la cárcel por homicidio, donde está pagando una condena de 30 años, esto había destrozado a mi madre por completo, así que era muy normal que la ollera por las noches llorar.
Me senté a desayunar con ella, pero como me había levantado tarde comí demasiado rápido. Cuando termine, camine hacia mi madre y le di un beso en la frente ese era mi intento desesperado por borrarle de la mente todos los malos ratos que ha pasado, no sólo por lo de mi padre y hermano, sino también por lo mal que me va a mí mismo, en mis calificaciones, mis problemas cada vez mayores, y ni hablar de mis incidentes con la ley, pero aun así, ella se mantenía fuerte, y por eso ella era la mejor mamá del mundo.
-Señor West- exclamo el profesor de química, el señor Carbod, dirigiéndose a mí, salte de golpe, me había quedado dormido, odiaba la clase de química con toda el alma, era demasiado aburrida. La campana sonó así que me dirigí hasta el escritorio del Sr. Carbod.
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The Art of Losing
RomanceAdam West es un chico aparentemente tímido y poco sociable que vive con su madre. El conoce a Katherina Jones una linda chica popular de su escuela, cuando Katherina conoce a Adam no se imagina ni por un segundo que ese sería el principio... del fin.