Siete Días Despues De La Guerra

Día 1: El Origen

Un día antes de la infección

-¡¡Nitch!! ¡¡Nitch!! La granada!- gritaba uno de los aliados en medio de la conmoción- ¡Carver! ¡Reacciona!

Estaban completamente rodeados de nazis, aparentemente estaban mirando a la muerte a los ojos.

La única trinchera en la que se hallaban los últimos sobrevivientes era la de ellos. Se encontraban Sullivan, un hombre flaco, con cabello rojo y con pecas en el rostro, era quien manipulaba la radio; Roussou, un hombre de bigote voluminoso, con un usual chicote de tabaco; El Capitán Adler, un hombre calvo de cara rígida; y Nitch Carver, un francotirador de la elite.

Los disparos llenaban él ambiente. Todo era tragedia y dolor.

Día 1 después de la infección

El reloj marca las 3:56 a.m. La noche ha sido tranquila, solo he visto pasar un par de sombras a unas cuantas calles, no tenemos ni la mas mínima idea de lo que está pasando... Se nos están acabando las provisiones, en la mañana saldremos a explorar... Será un día largo...

Nitch escribía en su bitácora y jugaba con la pluma entre sus dedos, escribía cada movimiento realizado por su equipo. Ya había pasado un día después de que una extraña y desconocida plaga se extendiera por la ciudad, o quizás por él país, o él mundo entero.

-... Callate imbécil!- le dijo Roussou a Sullivan, que tenía un semblante asustado.

-¿Que pasa aquí?- preguntó Nitch desde las escaleras.

-Nada Carver, nada... ¿Ya preparaste la estrategia de exploración? faltan unas horas para ponernos en marcha- dijo Roussou.

-Ya está todo listo Thomas... ¿Como sigue él Capitán Adler?

-De mal en peor Nitch... Tenemos que averiguar ¡Que es esta porquería!- gruñó Thomas golpeando la mesa.

De repente un golpe que provenía del piso superior resonó por la casa. Los tres hombres que se hallaban ahí tomaron sus armas y subieron silenciosamente. Recorrieron él oscuro pasillo en fila y estando a punto de abrir la puerta escucharon un jadeo que provenía del interior.

-Adler...- pensó Nitch.

Roussou abrió la puerta de una patada e inmediatamente apuntó al interior.

-¿Que sucede?- dijo una voz ronca y jadeante del interior.

-¿Capitán?- preguntó Thomas en voz baja.