Junmyeon conocía más de Marvel que de videojuegos, pero estaba realmente enganchado con uno en particular: Final Fantasy VII. La historia, los personajes, todo el videojuego, en sí, era un mundo alucinante y maravilloso. Ser un soldado desterrado y pelear en el nombre de una hermosa esperanza que cambiaría al mundo a mejor, sonaba realmente interesante. Sobre todo porque la esperanza estaba rencarnada en una bella chica: Aerith. Su hermosa Aerith.
Junmyeon la adoraba, era su chica ideal.
Si tan solo fuera real.
El mundo era cruel a sus ojos, o puede que solo exagerase, pero Kim Junmyeon era un chico enamorado de la esperanza y el honor.
En su corta vida, solo existían dos cosas que atesoraba con locura: Final Fantasy, es decir Aerith, y a Jonginnie, su pequeño sobrino. Llámenlo cursi, pero a las chicas parecía gustarles, aunque no fuera en un principio esa la intención. Incluso, le solía causar problemas con los chicos de su colegio, porque "Kim Junmyeon, friki raro, estas muerto si le gustas a HeeBin" y ¿adivinen qué? Si le gustaba.
Junmyeon pensaba que estos inconvenientes le seguirían para toda su vida como estudiante, si es que no más. Descubrió con tristeza que las chicas nunca serían Aerith y los chicos comenzarían a odiarlo sin ningún motivo lógico aparente. Junmyeon estaba comenzando a resignarse con todo eso, así que vivía lo más callado posible, no quería problemas.
No obstante, cuando Zhang Yi Xing apareció en su vida, todo pareció dar un cambio drástico.
- Hola, mi nombre es Yi Xing ¿Cómo te llamas, vecino de asiento?
- Eh... Junmyeon
- Mucho gusto, Eh Junmyeon. Tienes un apellido poco usual.
- No, mi nombre es Kim Junmyeon
- Oh, bueno Kim Junmyeon, espero que seamos buenos amigos.
Sí. Un joven poco usual.
***
El chico había llegado como un nuevo alumno transferido y se había sentado junto a él, desde el primer día de clases. Con el tiempo, Junmyeon descubrió que el chico era realmente agradable. Las conversaciones cortas, en un inicio, eran divertidas y comenzaron a alargarse a un punto que, en más de una ocasión, se ganaron reprimendas de los profesores, porque "Zhang y Kim, esto es un salón de clases, no un café para socializar". Además, el pelinegro no parecía encontrar el desagrado que tenían los demás hacia él, solía darle su espacio sin cuestionamientos y hasta, a veces, le gastaba bromas sin compasión.
- ¿Te gustan los videojuegos? – Kim se giró ligeramente mientras dejaba de escribir lo de la pizarra para ver al pelinegro.
- Me encantan ¿Nunca has jugado uno? – Yi Xing negó casi de inmediato, apoyándose sobre su brazo, casi recostado sobre el escritorio de clase.
- Nop... pero me gustaría intentar.
- Es muy divertido, te enseñaré un día de estos. – Junmyeon le miró con amabilidad y Zhang asintió sonriente.
- Me parece bien, Junmyeon-ah.
- Sabes Yi Xing, realmente me agradas. – Kim se sorprendió un poco por su propio comentario, pero era lo que realmente estaba pensando, así que lo dejó salir sin más. Yi Xing lo miró aún sonriente.
- Gracias, yo también me agrado bastante.
- Jajajaja eres un idiota.
- Lo sé, también, te quiero.
- ¡Zhang y Kim, fuera del salón!
- ¡Rayos!
- Es tu culpa, Junmyeonnie. – Junmyeon quiso mirar indignado a Yi Xing, porque él había sido quien comenzó la conversación, pero luego recordó que él fue el que soltó en risas escandalosamente, alarmando al profesor. Así que sí, Yi Xing tenía razón, pero de igual forma le pegó en el hombro, mientras caminaba, junto al pelinegro, fuera del salón de Historia.
***
Contrario a lo que puedan pensar, Yi Xing no era un friki raro como Junmyeon, es más, él era bastante popular, porque era muy bueno tocando el piano en las clases de música y tenía un grupo de baile bastante famoso entre la población estudiantil. Era amable y gentil con las personas, sin importar qué, y solía sonreír siempre con unos característicos hoyuelos, que eran parte de su carta de presentación. Zhang Yi Xing era bonito, aunque Junmyeon nunca se atreviera a decirlo en voz alta, porque sería extraño comentarlo y porque era un chico.
Fueron largas conversaciones sobre Marvel y hip-hop, Final Fantasy y Michael Jackson, libros y baile, los que los hicieron cercanos einseparables. Junmyeon aprendió cosas de su pelinegro amigo, como que había nacido en China y que llevaba 2 años en la ciudad, le apasionaba el bailar más que nada y tenía un gusto inusual por los unicornios. Solía ser un chico de pocas palabras, pero tenía detalles sorprendentes. Junmyeon recuerda el día en el que le dijo que comenzaría a llamarlo Suho, porque a sus ojos él lucía más como un "guardián" que como un soldado de videojuego.
- Mmm... así que tu videojuego favorito en el mundo se llama Final Fantasy. – Yi Xing había ido de visita a su casa esa tarde. Habían quedado en terminar un trabajo sobre ciencias políticas, que sinceramente estaba matándoles de aburrimiento.
- Sí. En especial la sétima, porque tiene la historia que más me gusta y mi personaje favorito.
- Ah... ya recuerdo, es esa historia sobre un soldado especial que pelea contra una compañía rara creadora de mutantes.
- ¡No son mutantes! Son personas alteradas biológicamente para tener un mejor desempeño en batalla. Son soldados con honor. Solo que la empresa los utiliza para su propio beneficio. – Junmyeon asentía, cruzado de brazos, mientras explicaba su punto. – Además, debe ser genial, poder ser un soldado y proteger a la última esperanza del planeta...
- Tú solo lo dices por Aileen. – Yi Xing estaba recostado de lado en la cama de Junmyeon, mientras este se encontraba sentado en una silla frente al pelinegro. Y no era un secreto que Kim estaba realmente encantado con el personaje de aquella chica.
- Es Aerith y es hermosa en muchos aspectos. – Junmyeon se avergonzó un poco, pero dejó salir su fanatismo.
- Jajajaja y tú quieres ser su soldado ¿no?
- Pues sería un honor protegerla. Por eso, llevaré servicio en cuanto salga de la escuela. Un hombre debe saber pelear.
- No pienso que puedas ser capaz de dañar a alguien o a algo, Junmyeonnie.
- Bueno, no es como que quiera dañar a alguien, solo quiero proteger a alguien especial.
- Mmm... Creo que te llamaré Suho.
- ¿eh?
- Significa "Guardián".
- ¿Pero porqué de pronto?
- No lo sé, ¿por qué no?... Además, creo que va contigo, digo, eres más como un guardián que como un soldado. – Junmyeon comenzó a sentirse algo sonrojado de pronto, sin saber muy bien porqué, pero no se sentía mal.
- ¿Cómo puedo ser como un guardián?
- Siendo como eres... y suena lindo, Suho.
- Supongo.
Suho no dejó de sonreír por todo ese día.
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Nota Final:
Hola de nuevo! Gracias por estar siguiendo esta historia. :3
Ahora comenzamos a enterarnos sobre un poco de la vida de sushito y Xing Xing.
¿Alguien más los ama?
*-*
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Las no aventuras del tío de Kim Jongin | SuLay - KaiSoo
FanfictionKim Junmyeon cree que su corazón nunca estará listo para enfrentar el futuro huracán que predice ser su amado sobrino, porque quien haya dicho que cuidar y guiar a un pequeño pre-adolescente es fácil, era un gran mentiroso. Tampoco, estuvo preparad...