CAPITULO 4:

346 26 10
                                    

Lucero y Fernando quedaron tan cerca... Ella sintio que el se acercaba y se alejo rapidamente aproximadamente un metro, una distancia segura para poder escapar de un pequeño deseo inexplicable.
- Perdonde, Lucero- dijo Fernando mirandola con los ojos bien abiertos antes, de seguir recogiendo lapices del suelo.
-ehh... Bueno señor Fernando, al salir pidale a Marcela mi secretaria que le enseñe su oficina, y solo si necesita algo de real importancia puede acudir a mi oficina.
-Si Lucero, no se preocupe... Que tenga una buena tarde.-
Fernando salio cerrando la puerte suave... Lucero se sento a reflexionar, tenía mucho trabajo por hacer, pero no entendía por que ese hombre alto y moreno acudia a sus pensamientos con arrebato y con tanta insistencia.

Ya era la hora de salida, Lucero ordeno su oficina meticulosamente antes de irse, se despidio de Marcela, y toco el botón del ascendor para bajar, su oficina estaba en el decimo piso.
-El ascensor esta fallando, llevo 5 minutos esperandolo- apareció repentinamente de un costado el hombre moreno de terno con su voz masculina y ronca que hacía temblar a varias mujeres.
-Los ascensores nunca habían fallado antes... Pfff, bueno hasta mañana señor Fernando, bajaré por las escaleras.-
-Yo también haré lo mismo, si me permite acompañarla, y así sirve que hago un poco de ejercicio-
Ambos comenzaron a bajar las escaleras, había un silencio bastante incómodo, en el piso 5to, Lucero miro de reojo a Fernando que bajaba muy concentrado en cada peldaño, lucero se preguntó si tendría novia, o tal vez estaría casado, sumida en sus pensamientos, de pronto se vio en los brazos de Fernando, él la afirmaba fuerte con cara de espanto, Lucero se había doblado el pie y tropezado, por suerte gracias a el moreno no cayó por las escaleras.
-tsss... Mierda mi pie- con la voz entre quebrada del dolor
-Al parecer bajar por las escalerad no fue tan buena idea- río, pero seguía preocupado. - Lucero la tomaré n brazos para poder bajarla, de acuerdo?-
Lucero sorprendida no alcanzo ni siquiera a responder cuando Fernando la había cargado hábil mente.
-Le duele mucho?- preguntó el hombre preocupado
-sii, bastante- lucero trataba de aguantar el llanto, la verdad esque si le dolia mucho.
Al llegar abajo le dijo Fernando
-la llevo al hospital?-
-No! Noo, tampoco me duele tanto- Lucero odiaba los hospitales, al escuchar eso se bajo de los brazos de Fernando y trato de caminar.
-tssss, ay-
- No, no... Te puedes hacer más daño. Osea se puede hacer más daño señorits Lucero.-
Lucero lo miró con cara de dolor
-Mejor lleveme a mi casa, mi auto esta en el estacionamiento- dijo Lucero apoyada en el hombro de él.
- De acuerdo, pero dejeme cargarla, no quiero que se dañe más el pie.-

Ambos subieron al auto y comensaron el recorrido hacia el departamento de Lucero, estuvieron callados todo el camino.
- La dejaré en su cuarto y le vendare su pie, debe tomarse un antinflamatorio-
Entraron a su departamento y Lucero le indico donde estaba su cuarto.
Fernando la dejó en su cama y le hizo todas las curaciones correspondientes.
-Gracias señor Fernando-
- No se preocupe, quiere que le avise a alguien de su accidente?-
-eh, no de eso me encargo yo- dijo fría
-bueno, si necesita algo llameme, aquí le dejo mi número- dijo mirando a Lucero con una mirada coqueta.
Ella esquivando su mirada y con una actitud seria miro hacia la ventana
-De verdad gracias, No se como pagarle-
- Subiendome el sueldo- dijo sonriendo Fernando, Lucero se voltio a mirarlo con los ojos como platos
-No es cierto señorita- Lucero se quedo mirando fijamente esa sonrisa blanca con aires de coquetería y esos ojos color marrón que miraban fijamemte los suyos. Lucero se quedo paralizada.
-Ya puede retirarse- dijo tragando saliva.
- si ya me voy, que se recupere Lucero-
Dijo Fernando acercandose a los labios de ella para luego pasar de largo y besar su mejilla.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 21, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

OLVIDALA Y VEN A MIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora