Observarlo...

57 5 0
                                    

Joven de mirada suave y sonrisa coqueta, en sus mejillas llevaba un pequeño hoyuelo que le daba su toque distintivo, sus pestañas tenían la misma curva que su boca cuando sonreía, en realidad el color de sus ojos no importaba cuando lo veías mirarte, era como sentir magia al conectar miradas, tenía tantos lunares, que podías imaginar en el una galaxia, entre sus orejas veías caer un rizo, podías asociarlo a un río bajando de una montaña, parecía alguien muy serio pero al paso de unos días era muy risueño, su cabello era tan suave como una nube, tan rebelde como una enredadera, lo complementaba perfecto, era el toque que le daba esa apariencia elegante/casual.
En sus ojos se marcaban unas pequeñas arrugas cada que reía, su risa un poco escandalosa con la cual sólo podías observarlo y pensar que era alguien casi perfecto, sus pequitas, tan comunes pero tan originales en él, su estatura no era la mejor pero si la más adecuada, su delgado pero acolchonado cuerpo, ese que cualquiera anhela para recostarse en el o simplemente para abrazarlo y no soltarlo, era irónico que alguien no se fijará en él, aunque fuese sólo para criticar, tenía una pequeña manía de observar a alguien mientras hablaba con otros tratando de que nadie se diese cuenta, sus dientes eran pequeños, tanto que dejaban ver un pequeño hueco entre ellos, eso en otra persona parecería defecto pero a él le combinaba perfecto, tenía la costumbre de hacer gestos y aún así no dejaba de tener su esencia, sus cachetes eran la cosa más tierna y más si los inflaba, tenía una forma de ponerse nervioso con cierta galanteria, comenzaba a caminar, a mover las manos o hacer cualquier cosa donde no estuviera quieto y cuando se sonrojaba, esa era la mejor parte de todo, podías amarlo con tan sólo verlo sonrojado.

Observarlo podía ser lo más grandioso, si es que ponías atención a cada uno de sus gestos, facciones e imperfecciones.

Sentimientos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora