One.

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Para evitar futuras confusiones y preguntas, os diré que este libro no es como la verdadera historia griega.

Esta es mi historia, con mis propios personajes y mi retorcida visión de la misma.

Esta noche es la noche.

Malam lunan. La mala luna.

La noche en la que los dioses vagan por la tierra y en la que cada uno de ellos toma un alma inocente. Todos excepto Hades.

Esta sería la primera vez que Hades vendría y se rumoreaba que escogería un alma corrompida como la suya. Así que todas las chicas de nuestra pequeña ciudad nos vestiríamos lo mejor posible y nos mostraríamos en la plaza de la ciudad para las elecciones.

No podía soportar la idea de ser elegida por alguno de los dioses. Y mucho menos por Hades.

Me desprendí de esos pensamientos y me dirigí hacía la casa de mi amiga, al otro lado de la carretera. Ni siquiera llamé y entré en su habitación.

''¿Estas lista Kay?'' Pregunté.

''Si''

Ella llevaba un vestido verde oscuro que contrastaba con su piel pálida, era de manga larga y con un impresionante escote en la espalda. Nada de lo que yo me pondría.

En cambio, mi vestido era simple. Negro, con un escote de palabra de honor y un colgante rojo para mejorar mi aspecto.

Una vez que estábamos vestidas, ricé mi pelo, y le hice un moño bajo a Kay, dejando a la vista de todos su impresionante cara.

Apliqué una capa de pintalabios rojo oscuro en mis labios y a Kay un tono nude para que no chocara contra todo lo demás.

''Ángel, haces milagros'' Exclamó posando frente al espejo.

Negué con mi cabeza.

''No es nada. Deberíamos ir ya y terminar con esto'' Aconsejé.

''¿Tienes prisa por ser elegida? Dijo Kay burlándose de mí.

''Oh, ¡por supuesto que no!'' insistí.

''He estado rezando a cualquier dios para no ser elegida'' Kay rio, emitiendo un bonito sonido. ''Me encantaría ser elegida por Hades''.

''Él es sin duda el que menos deseo. Lástima de la chica a la que elija''.

''Puedes compadecerte de mí todo lo que quieras'' Se burló Kay.

''Lo que sea. ¿Vamos?'' pregunté y ella asintió antes de salir por la puerta.

Había docenas de niñas en coches. Chica muy diferentes. Algunas impresionantes y otras definitivamente no serían elegidas. Lo que me chocaba era ver a la mayoría de ellas llorando.

Yo quería llorar también, pero la verdad es que me quedaba un poco de dignidad.

Estaba aún mirando cuando choqué con la espalda de Kay.

''Están aquí, así que deja de jugar'' Susurró.

Me encogí tras ella, rezando por la inmunidad.

Los dioses llegaron y las chicas escogidas lloraban, gritaban y otras pocas sonreían. Tan solo quedaban unas chicas (entre ellas Kay y yo) antes de que apareciera alguien al que todos reconocieron.

Hades.

Casi podías oír que todos dejaron de respirar cuando el entró.

Me asomé, alrededor de Kay, para verlo olfateando el aire, intentando encontrar el alma perfecta. Sus ojos se detuvieron en Kay. Su rostro se oscureció y asaltó hacia ella parando a centímetros de su cara.

''Muévete'' Le ordenó y yo me agarré a su vestido en silencio pidiéndole que desobedeciera.

Así lo hizo.

'' ¿Por qué? No hay nadie aquí'' Dijo Kay mintiéndole.

''Miénteme otra vez y te arranco la lengua de la garganta'' Gruñó.

Ella, vacilante se hizo a un lado y yo intenté aparentar confianza y seguridad.

El camino hacia mí y cuando estaba justo detrás de mí, más o menos, puso un par de esposas en mis muñecas.

''Espera, espera. Por favor'' Grité, e intente romper su agarre.

Se inclinó para susurrar en mi oído.

''Si no vienes con calma, entonces me aseguraré de que tu amiga haga una hermosa visita a mis celdas de tortura, ¿lo pillas?'' Me amenazó, y yo asentí firmemente.

Comenzó a arrastrarme y vi a Kay con el ceño fruncido, sin poder hacer nada mientras que las otras chicas estaban aliviadas por no haber sido elegidas ese año.

Me arrastró hasta un coche oscuro, y el conductor aceleró hacia mi destino.

Miré por la ventana, no estaba molesta con el monstruo que tenía a mi lado. Sentí un dedo que recorría mi mejilla y mi cuello.

Me distancié de un tirón.

''No me toques'' Dije furiosa.

Él se retiró después de que su fuerte brazo me pusiera en su regazo.

'' ¿Qué te parece esto?'' Se burló y me quedé en silencio. '' ¿Cómo te llamas?'' Preguntó.

No respondí.

Me agarró de la barbilla y me hizo mirarlo a la fuerza.

'' ¿Cómo te llamas?'' Preguntó de nuevo.

''Ángel, pedazo de mierda''.

Comenzó a hablar, pero el conductor abrió la puerta, y Hades pegó un salto para salir del coche, haciendo que me cayera de su regazo.

El me agarró del brazo, me llevó hacia la entrada de un castillo enorme y negro, que parecía alcanzar el cielo oscuro.

Se puso de pie sobre nosotros, como una pesadilla con presencia amenazante. Miré hacia mis pies mientras estábamos caminando, hasta que nos detuvimos en una puerta que me aterrorizaba.

El interior no aterrorizaba tanto, en el centro de la habitación había una gran cama, el suelo parecía suave, estaba cubierto de piel sintética y el armario estaba lleno de ropa.

''Bueno, voy a dejarte a solas. Buenas noches'' Dijo, y me dejo sola en mi nuevo entorno.

Tan pronto como la puerta se cerró, me dejé caer sobre mis rodillas, liberando las lágrimas punzantes que había soportado durante todo el día.










HadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora