TRAMPAS DEL CORAZÓN (Segunda Temporada)

Capítulo 3: "La boda"

En un lujoso departamento una linda peli azul, terminaba de envolver un video.

Ahora si estúpida me la pagaras y tú bebe pagaras tu desprecio, dijo la joven con una sonrisa maquiavélica.

En casa de Gokú:

Me duele la cabeza, se quejaba el jovencito de cabello alborotado.

A mí también, no sé cómo se nos ocurrió tomar tanto, se lamentaba el joven cabello de flama.

Y lo peor es que no me acuerdo de nada solo que desperté en una cama desnudo dijo preocupado el joven de cabello alborotado.

Ya Kakaroto olvídalo, a lo mejor ni paso nada. Hoy es tu boda y no debes estar preocupado por nada, solo tú y yo sabemos que te encontré en esa habitación y yo no pienso decir nada dijo Vegueta.

Si pero sí, sí paso, Milk me odiara, dijo el joven preocupado.

Ya te dije que nadie se enterara, además esas chicas no son problema, ellas solo reciben dinero a cambio de su servicio, lo que no entiendo es quien fue el estúpido que le pago, quedamos en que ese tipo de servicios no queríamos, dijo Vegueta furioso.

No lo sé, pero me siento el ser más despreciable del mundo por haberle hecho algo así a mi preciosa Milk, dijo Gokú.

Ya mejor cálmate y olvida todo, ve a bañarte tomate algo descansa un poco y luego te arreglas para tu boda. Yo voy con mi mujer no vaya hacer que empiece a sospechar lo peor, dijo Vegueta.

Horas después: Casa de Vegueta y Bulma

¿Qué estuvieron haciendo hasta la madrugada?, parece que ni hubieras dormido como dices, dijo con molestia la peli azul.

Ya te dije que estuve con Kakaroto en su casa el pobre está muy nervioso con la boda, ya sabes no le gusta mucho las ceremonias con tanta gente, dijo el joven cabello de flama.

Pues no te creo nada, pero no tengo tiempo para interrogarte más, tengo que vestirme y arreglarme para ir a ayudar a Milk, pero en cuando acabe todo me darás cuentas, dijo molesta la peli azul.

Por la tarde:

Todo quedo hermoso decía la rubia mirando a detalle la decoración de la iglesia. ¿Qué te parece Krilin?, pregunto la rubia.

¡Eh¡, decía un adormilado calvo.

Te pregunte ¿qué te parece la decoración?, pero parece que no hubieras pegado los ojos en toda la noche, dijo al rubia.

¡No¡, no es eso linda, solo que estoy un poco resfriado dijo el calvo, pero la decoración esta hermosa.

Bueno quédate aquí voy a casa de Milk a ayudarla con el vestido, dijo la rubia.

Como tú digas linda, dijo el calvo.

Minutos después: "Casa de Milk·"

Que linda estas amiga, dijo la rubia.

Si amiguita estas hermosa, dijo la peli azul.

Gracias chicas, no puedo creer que en unas horas seré la esposa de Gokú, dijo la pelinegra.

Pues créelo amiga, dijeron las jovencitas abrazándola.

Local de recepción:

Ya sabes lo que tienes que hacer, dijo la peli azul de cabello largo.

Está bien como usted diga señorita Marón dijo un joven delgado de bigote.

Casa de Gokú:

Tranquilo Kakaroto todo saldrá bien decía el joven cabello de flama.

Si todo saldrá bien dijo el joven de cabello alborotado sintiendo una ligera opresión en su pecho.

Casa de Milk:

Lista hija, dijo un gigantesco hombre mirando embelesado a su bella hija.

Estas hermosa mi niña, dijo el gigantesco hombre.

Gracias papá dijo la bella pelinegra, quien tomaba el brazo de su padre para dirigirse a la iglesia.

1 Hora después: Iglesia

Un joven de cabello alborotado vestido con un traje blanco miraba impaciente hacia la entrada.

Cuando en eso la marcha nupcial empezó a sonar y la bella jovencita hizo su entrada del brazo de su padre, el joven la miraba embelesado igual que el primer día que la vio por primera vez gracias a una estúpida apuesta en la preparatoria.

La joven llego a su lado, su padre se la entrego y le dijo: te entrego mi mayor tesoro, cuídala.

Gokú al oír esas palabras volvió a sentir aquella maldita punzada en el pecho que no sabía porque desde que amaneció él la estaba sintiendo.

El padre empezó con la ceremonia:

Estamos aquí reunidos hoy para unir en matrimonio a esta joven pareja.

Luego de todo el protocolo, colocación de aros, lazo y todo, el padre hizo la pregunta siguiente:

Si alguien que se oponga a este matrimonio hable ahora o calle para siempre dijo el padre.

Todos se miraron entre sí, nadie se opuso, entonces el padre prosiguió. Escondida entre la multitud una peli azul con lentes y pañuelo en la cabeza observaba la escena pensando: Tu boda no durar ni un solo día como no duro la mía.

El padre culmino diciendo: Los declaro marido y mujer, puede besar a la novia.

Dos jóvenes vestidos de blanco se daban un dulce y apasionado beso en una hermosa iglesia de Tokio, bajo la mirada de todos sus amigos testigos de ese gran amor.