Aquella recompensa

El comienzo

*pi pi pi pi pi pi*
Nada mas escuchar el despertador, fui corriendo a pararlo, me ponía muy nerviosa aquel sonido y cada vez que lo escuchaba me entraba un gran dolor de cabeza. Era mi primer día en un instituto nuevo, con gente nueva y con una vida nueva, empezando desde cero.

Me dirigí hacía el cuarto de baño, me arreglé un poco el pelo y bajé a desayunar, cogí un bol y en el eché los cereales y la leche.
Cuando terminé de desayunar, subí otra vez a mi habitación a cambiarme de ropa, cogí el uniforme de mi instituto y me lo puse. Me dirigí al baño a asearme.
Me mojé la cara para despejarme un poco y así poder despertarme y espabilarme, levanté la cabeza y en el reflejo del espejo, vi a una chica de 16 años, con un físico normal, tímida y muy pálida, tenía una mirada triste, cansada, un largo cabello que le caía por la espalda y acababa por la cintura, unos verdes ojos con una mezcla de tonos marrones y una sonrisa preciosa, lástima que pocas veces sonriese.

Era la hora de irme al instituto, estaba muy nerviosa, ya que soy muy poco sociable y tímida.
Mi padre me esperaba en la puerta de nuestra casa, junto con mi hermano pequeño Jorge, de 14 años.
-Vamos Lidia, si no nos damos prisa, llegaremos tarde-dijo mi padre apresurándome.
-Ya voy papá-Subimos los tres al coche y nos dirigimos al instituto, cada vez estaba mas nerviosa, pensando en como iba a socializarme con la gente y lo que pensarían de mi.
Ya hemos llegado, buena suerte el primer día chicos.-Mi padre nos dió un beso en la frente a mi hermano y a mi, y mi hermano se fué apresuradamente a la puerta del instituto, yo que iba mas lenta, observaba a muchos grupos de amigos hablar, reír y abrazarse, ya que en el verano no se pudieron ver.
Antes de entrar, mi padre me cogió del brazo;
-Hija, no te preocupes, saldrá todo bien, ya lo verás.Luego nos vemos, te quiero.
Le miré asustada, no supe como reaccionar, tan solo le abracé.
-Yo tambien te quiero.