El Método Chan → ChanBaek

c u a t r o

Cuarto Asalto

✌

Chanyeol estaba sentado en el filo de su cama; su madre gritando desde abajo, regañándole porque «No se reciben a las visitas en las habitaciones a menos que tengan pene», pero Moonbyul no tenía pene así que su madre estaba pegando el grito al cielo por su presencia en el lugar. De todas formas, Chanyeol pasó por alto aquello, de verdad necesitaba a su novia que era más amiga que nada en ese preciso momento.

Sólo su poder sabiondo podía darle ciertas respuestas.

—Entonces, ignorando a la Diabla Satanasa de abajo, vamos a repasar lo que tenemos...

Chanyeol blanqueó los ojos en dirección a Moonbyul, mientras ella iba y venía por su habitación sacando y metiendo ropa de quién sabe dónde.

—Sigue siendo mi madre, sabes —se quejó por el mote para nada cariñoso con el que Moonbyul se había apegado con el paso de los años para referirse a su madre.

La chica frente a él, ni siquiera le hizo caso, ella sabía que era la misma historia de siempre, y demasiados años soportando lo mismo le habían dado experiencia en el terreno. Esa Señora o era la esposa de Belcebú o era el mismo Belcebú en cubierta. Pero en lugar de atender a las quejas banales de Chanyeol, Moonbyul sólo se dedicó a echar sus cosas encima de la cama y comenzar a seleccionar lo que iba a usar con su buen novio que ahora estaba siendo más como un mejor amigo que nadie.

Chanyeol se pasó las manos por el rostro un poco demasiado frustrado, nada más había pisado el suelo de su casa, soltó sus útiles y llamó a Moonbyul porque resultaba que tenía una flamante cita nocturna con Baekhyun. (Y aunque bueno, él era menor de edad eso no importaba porque, eh, este es un fic y en los fic de esta categoría no importa nada más que la pareja protagónica quede feliz y unida, o sea duh). Chanyeol necesitaba bastante preparación mental, también lucir bien, tener buen olor y un repertorio de palabras para sorprender a Baekhyun porque debía dejar de actuar como si fuese un uke (—Te estoy enseñando bien la terminología Yaoi —musitó Moonbyul).

—Lo primero que necesitamos es atacar esa maraña a la que osas llamar pelo —le dijo ella, tomando unas tijeras y un contenedor spray que tenía agua.

Chanyeol se tocó el pelo frunciendo el ceño porque qué de malo tenía para que Moonbyul lo estuviese viendo como si fuese el césped que debía eliminar a toda costa.

—¿Qué tiene de malo?

—Necesitamos cortar sólo un poco, no tenemos tiempo para refrescar el color, pero con un buen look estarás más que hecho —explicó, y sin más le puso una toalla a Chanyeol para que cubriese sus hombros.

Fue una hora entera que ella ocupó para embellecer nada más ese pelo, cortó dos dedos de puntas y dio un volumen aceptable, luego usó el secador para que el pelo adquiriese una onda única. Moonbyul durante todo ese rato estuvo escuchando cómo Chanyeol se expresaba de Baekhyun y sus encuentros casuales y no casuales. En serio ese chico había calado de una forma tal, que Chanyeol no tenía otro pensamiento en su ex cabeza de esponja.

Cuando se miró en el espejo vio al nuevo Chanyeol, uno que sólo necesitaba una buena muda de ropa para salir y matar a Baekhyun de suspiros y dolores de huevos descomunales (Palabras de Moonbyul).

Ella entonces, se encargó de darle glamour a su cuerpo buscando entre sus trastos, la mejor muda de ropa existida (—Cosa difícil, hombre. ¿Cómo es que aún conservas ese suéter de Amigos de los Hurones? incluso tiene esa mancha de melón en una manga). Lo que encontró en el escaparate de Chanyeol fueron vestimentas que su madre alguna vez compró para él y el gigante nunca se atrevió a usar. Eran un poco anticuadas, pero no habían nada que unas tijeras no pudiesen arreglar, o sino pregúntenle al cabello de Chanyeol (—Hola soy el cabello de Chanyeol, Moonstar noona ha hecho milagros, Yuju).