𝑵𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒂 𝑯𝒊𝒔𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂 𔒜 𝑵𝒊𝒈𝒉𝒕𝒄𝒓𝒂𝒘𝒍𝒆𝒓 𝒚 𝒕𝒖́

VI. Trato

Hoy, con mis poderes. Ya, esto suena estúpido. Robé dinero en algunos puestos, suficiente para sobornar al dueño o algo por el estilo para sacarlo de ahí, espero funcione.

Así que camine, al lugar. Aún podía observar el brillante sol.

—No querida, no venderé a uno de mis luchadores.— Dijo con su estúpido acento y sonrió malicioso.

—Pero, por favor.— Estaba al borde de las lágrimas. Patético.

—Tal vez haya otra forma.

—¿Qué? No, no, no.— Dije rápidamente.

—Te dejo verle.—Suspiró frustrado. —¿Trato?

—... Está bien.

—Unos 10 minutos.

—¿SOLO ESO?

—La pelea es pronto y lo necesito en el ring. Tal vez tú puedas darle algo por lo que luchar.—

—Ok.— Dije resignada.

—Hey, ¿no eres tu la chica que peleó aquí el otro día?

—Por supuesto que no.—Me miró con una de sus cejas alzadas, se encogió de hombros y me llevó por un pasillo hasta uno que daba a una habitación, dentro solo había una caja, abrió la mencionada y lo vi. —Solo 10 minutos.—Fue lo último que dijo para luego retirarse.

—Uh hola.—

—Hola, ¿Qué, qué haces aquí?— Habló con su acento extraño pero me encantaba escucharlo.

—Yo... solo quería verte.— Me puse nerviosa. Asombroso.

—¿Por qué?

—Es que pienso sacarte de aquí.

—¿Por qué? ¿Qué quieres hacer conmigo? ¿Experimentar?—Habló desconfiado.

—No, nada de eso, solo liberarte.—Alcé mis hombros.

—¿Liberarme?—Asentí con la cabeza.—¿Y por qué a mi y no a otro?

—No lo sé, pareces una buena persona y ellos no se ven del todo amigables.

—¿Y cómo me sacaras de aquí?

—Aún no lo sé.—

—¿A dónde iremos?

—Tampoco lo sé.

—¿Solo escaparemos, sin mas?

—Si.—Agaché la cabeza.

—Gracias.—Levantó mi barbilla haciendo que lo mirara a los ojos, esos preciosos ojos que tiene.

—Entonces...—Alargué. —¿Kurt?—Me senté en una esquina y me siguió, sentándose a un lado mío.

—Si, soy Kurt Wagner o como verás mejor conocido como Nightcrawler.

—Pues yo (Nombre completo)—Sonreí.

—Espera, ¿Por qué te dejaron entrar?

—Quería hablar contigo.

—¿Cómo?

—Pagué para venir. Lo tomaron como algo motivacional.

—Eres una persona muy bondadosa (Tn).

—Gracias.

—Entonces, eres... diferente.

—Si, pero no me gusta hablar de ello.

—¿Por qué? Si es que se puede saber.

—Tengo un pasado con ello que no me gusta recordar.

—Oh vale, ¿Sabes? Me has caído bien y pareces una buena persona.

—Oh, bueno gracias.— El calor subió a mis mejillas.

—También eres muy bonita.

—Si, tú tambien...—Reaccioné. —¡No, quiero decir que eres muy lindo no muy bonita!— Rió.

—Tranquila.— Volvió a reír y me le uní, nos miramos y cuando pensaba que nos besaríamos abrieron la puerta.

—Ya son 10 minutos, así que adiós.

—Vale, nos vemos pronto.

—Esta bien, hasta luego.—Giré para irme pero volví para plantarle un beso que no dudó en corresponder, al separarnos me miró sorprendido y me volví para salir

—Suerte hoy.—Dije y salí a toda velocidad y sin mirar detrás.