Mi Amigo Imaginario

Mi amigo imaginario:

Mi nombre, es Camila, tengo 13 años. Vivo con mi mamá y mi papá, ambos están casados. Hoy era sábado, especialmente, esté día no era como los demás, pues, hoy era el aniversario de mis padres. Ambos estaban realmente ocupados preparándose, mientras que yo, sólo dibujaba y miraba la televisión. Mi mamá se me acercó, se sentó a mi lado y me dijo...

-Camila, ¿has hablado con tus amigas o tus tías? – Dijo, ella mirando mi dibujo.- ¿Quién es él?... –

-Él, es Marcos... Es "Mi amigo imaginario" –Contesté mientras coloreaba.- Y no, no hable con nadie...

-¿Tú amigo imaginario? Hay cariño, ¿qué cosas tienes en esa cabecita?-Dijo besándome la mejilla.- Bueno, crees que... ¿Podrías quedarte sola un tiempo?

-Sí, puedes quedarte tranquila, mamá, están los vecinos al lado...-Dije totalmente despreocupada.-

Mi mamá, sonrió y aun dudando a que me quede sola en la casa, asintió con la cabeza y accedió a dejarme. Ella y mi padre no entendían que no estaría sola... Marcos estaría aquí conmigo. Marcos, dijo que me cuidaría.

Al pasar las horas, me empezó a dar algo de hambre, me dirigí a la cocina y me preparé algo sencillo...Un sándwich, cuando termine de prepararme la comida, fui a la sala, donde me senté en el sillón a ver una película que estaban dando en la tele.

Estaba comiendo, cuando de repente, empecé a sentir como alguien me observaba. Decidí voltear a los dos lados, pero no había nadie, me volteé hacía atrás y tampoco había alguien. Continué comiendo y mirando la película, cuando sentí que me observaban de nuevo, repetí los mismos pasos y no había nadie. Al rato sentí como alguien se acercaba, pero aún no entendía si era yo o algo por el estilo, porque todavía no había absolutamente nadie.

Al terminar de comer, fui a la cocina, a lavar lo que ensucié. Cuando abro la canilla el agua era de un color extraño, no llegaba a ser color rojo. Me había asustado, tras pensar que el agua de la canilla quedaba de color rojo; tal vez, podía ser una ilusión mía... Aún sigo asustándome, por sentirme acosada por algo o capaz alguien.

Al terminar de lavar fui a la sala nuevamente, para continuar viendo la televisión, pero escuche un ruido, era algo parecido a un crujido. Asustada, miré para todos lados y justo en una esquina donde se encontraba el perchero, había un chico de cabello color café, de ojos completamente negros, sus labios, no mostraban expresión alguna. Su mirada se mantenía fija en mí y eso me asustaba muchísimo más de lo que estaba.

Aquella cara sin expresiones, me daba escalofríos, sus cuencas vacías, sus labios cocidos eran lo que más me atemorizaban en ese entonces. Observé que tenía algo en sus manos... Era mí dibujo... Aquel personaje que se encontraba allí, estaba señalando a Marcos y a la vez se señalaba a él mismo. Me quede pensando, hasta que él se levantó y caminó terroríficamente hacía mí.

Aparte de caminar de una forma terrorífica, caminaba rengueando y con la cabeza de costado, su caminar era lento, mientras él se acercaba hacía mí, yo empezaba a retroceder. Aún sin entender lo que quería decir aquel chico, miré a ambos costados y empecé a correr en dirección a mi cuarto. Me quedaría corto decir que estoy asustada, definitivamente, en estos momentos estoy más atemorizada que aterrada o asustada.

Sentía sus pasos pesados atrás mío, continué corriendo, pero solo que está vez, un poco más rápido. Me escondí en la habitación de mis padres con la intensión de que no me encontrase, pero para mí mala suerte lo hizo, intentó agarrarme, pero lo esquive hábilmente y continué corriendo por toda la casa. Está vez, me dirigí a mi habitación, la cual, no era la mejor, pero serviría para esconderme...O al menos eso espero.

Entré a mi cuarto y me escondí en mi placar, una vez ya escondida, observe y escuche como la puerta de mi habitación se abría lentamente, como para darle el toque de terror a la situación. Observaba través las maderillas de mi placar como se acercaba, temblaba de miedo. Quería llorar, quería irme y sobre todo estar con mis padres y que me digan; que todo irá bien, que sólo es una pesadilla. Pero no, no es una pesadilla, los seres humanos vivimos en la realidad, nada es una pesadilla, ni nada es un sueño.

Cuando la "figura sin nombre" apareció nuevamente, abriendo la puerta y mirándome. Traté de gritar pero no pude. Ahora, la "figura sin nombre" me señalo a la pared, en la cual había un mensaje terrorífico en ella.

"Yo, soy tú amigo imaginario, despídete de tus padres, pues, ellos ya no podrán interponerse en nuestra amistad :)"

No dude gritar al terminar de leer aquel mensaje, ahora fui consciente de que Marcos, no era buena persona. Marcos y yo nos habíamos criado –literalmente.- juntos. Ahora debía escapar, ya no quería ser su amiga, pero a cualquier lado que iba, él me seguía.

Traté de empujar a Marcos, pero mis manos se ensuciaron de un líquido color negro, busque otra escapatoria...Pero no había ninguna. Estaba enojada, triste, y decepcionada, era una mezcla de sentimientos juntos.

-¡Ya no quiero ser tú amiga! – Grite molesta.- ¡Eres malo!

Salí corriendo, lo más rápido que pude, baje las escaleras y fui a la puerta de entrada, traté de abrir la puerta, pero el intento, fue en vano. Volteé a ver hacía atrás y Marcos me observaba desde las escaleras. Un líquido chorreaba de sus cuencas vacías. Su boca permanecía sellada con aquél hilo color blanco, pero algo negro también chorreaba de ella. Quería irme con mis padres... ¿Por qué no obedecí a mis padres? ¿Por qué no llamé a mis amigas o a mis tíos?... Miré el reloj, que se encontraba colgado en la pared y apuntaba a las 22:50 pm, lo que quiere decir es que pronto llegarían mis padres, y que Marcos se iría pronto. Pero, un momento... Marcos mato a mis padres...Ellos no volverían. Estoy sola y asustada.

Marcos bajo un escalón. Seguía intentando abrir la puerta con la llave, pero no podía.

Marcos bajo otro escalón. Me volteé y me fui a ver la puerta que daba salida al patio.

Marcos bajo otro escalón. La puerta tampoco se abría.

Marcos bajo otro escalón más. Empecé a llorar y a buscar un lugar para esconderme.

Marcos bajo otros dos escalones más. Miré hacia atrás y Marcos estaba al frente mío.

La boca de Marcos, empezó a descoserse y dijo...

-¿Por qué tratas de huir de mí?... Pensé que éramos amigos... Camila.- Dijo quitando de atrás de él un cuchillo.-

- ¡Marcos, t-tú eres malo! T-Tú me prometiste que jamás le harías daño a nadie... - Dije mirándolo y a la vez quedando acorralada contra la pared.-

-No soy malo...Camila, sólo quiero protegerte... Tus padres no me querían... - Dijo levantando su brazo, en el que tenía el cuchillo.- Y ahora, ¿estas tomando la decisión de olvidarme?

-¡Aléjate de mí!... T-tú no eres mi amigo... -

- Bien... Si así lo deseas, me iré, pero ¿sabes qué?... Tú te irás conmigo, Camila. – Contestó con una voz distorsionada y entre cortada.-

- ¿Q-Qué? – Su voz me asustaba muchísimo...-

Fue en ese entonces cuando Marcos, me apuñalo en el pecho, su cuchillo comenzó a bajar lentamente, mientras que yo, gritaba de dolor. Marcos... Me había mentido y ahora me llevaría a quien sabe dónde con él.

-Ahora, querida Camila, debes saber... Que los amigos imaginarios, somos como los demonios, en cuanto nos lastimas, nosotros te lastimaremos a ti. Siempre has pensado que era buena persona... Pero no. Ahora...Irás conmigo al inframundo. Y ahí no podremos separarnos. Jamás.-Marcos empezó a clavarme el cuchillo más fuerte que antes.-

Veía mis lágrimas caer y mezclarse con la sangre que manchaba mi remera... La última remera que usaré y la última remera que me regalaron mis papás para mi cumpleaños. Mi vista empezó a tornarse de un color negro, veía como Marcos sonreía y veía como aquellas cosas que alguna vez había visto, desaparecían para siempre. Me estaba muriendo. De hecho... Ya estoy muerta, sin padres y con "Mi amigo Imaginario" frente a mí.

Esté era mí fin. Lo último que sentí fue como el cuchillo que Marcos había utilizado, se había quitado de mí. Lo último que escuche, fue la risa psicópata de Marcos.

Estoy muerta... Y ahora ya no estaré con mis padres... Estaré con Marcos en el Inframundo...