<<Querido asesino:
Francamente, no sé que hago escribiendo esto. Es probable que finalmente haya perdido la cabeza, porque según todos; tú no existes.
Nos mudamos a un pueblito francés llamado Chessy que se supone está cerca de Disneyland. No es lo que esperaba, no de Francia. Es decir... ¿Dónde están los jerseys a rayas y boinas rojas? El único ambiente parisino que hay es cuando veo el póster de la torre Eiffel en mi habitación. Es una pasada.
Tengo que usar todo el día unos molestos abrigos que me cuelgan en el estómago. Mamá dice que es para que no se noten las cicatrices. Desde luego, ya sabes de cuáles hablo, me las hiciste tú, imbécil.
Bien, debo irme. Se supone que debo estar durmiendo, perdona si hay manchas azules en el papel. Es realmente difícil escibir con un brazo roto. Y terminada la sesión de Locura con Grace, no me queda más que resaltar lo mucho que te odio.
Espero que estés bien.
Tu víctima >>
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Querido Asesino
Short StoryGrace Shepley busca a su asesino. Ella está convencida de que ha muerto, incluso si no fueron más de dos minutos, lo cree de verdad. ¿Lo malo de esto? De su asesinato no quedan más que cicatrices. Nadie sabe cómo, cuándo, ni dónde sucedió todo esto...