Lo Que Nos Unió (EDITANDO)

Capítulo 3

Me despierto y notó que aún es temprano, esto debido a la oscuridad que aún hay. Volteé mi mirada hacía el reloj y notó que son las cuatro y cuarenta y tres de la mañana, iba a salir de mi cuarto a tomar agua, sin embargo la voz de mi padre me detiene.

—¿¡Por qué te fuiste tú y no yo!?— Escuché de su parte— No sabes lo difícil que ha sido para mí—

Noté molestia y dolor en su voz, a la vez como sí tuviera su voz quebrada, de igual forma un tono extraño.

Bebió otra vez.

—¿Por qué?— repitió, mientras yo sentía mi corazón quebrarse cada vez más— Como te extraño—

Me tapé la boca con el fin de que mi sollozo no se notará, pero las lágrimas ya bajaban por mis mejillas. Me alarmé al escuchar un golpe en la pared, eso hizo que me volviera a meter bajo las cobijas.

—¡Deja eso de una vez papá!— escuché a Bill gritarle— Ella ya no está, tú y Amelia no hacen nada para soltarla—

—¿Y tú con desobedecerme y hacerte fuerte la superas?— cuestionó papá, por primera vez lo oigo de esa forma hacia Bill— Sí tu madre Bill estu...—

—¿Ves? Vuelves con lo mismo— resopló.

Yo solo continué escuchando los gritos mientras lloraba. Esto nunca iba a parar, pero no debería ser normal.

[Stanford]

No me sorprendía el no verla, pero seguía sin saber como terminó la situación el día de ayer, lo más probable los sancionaron a los dos, pero el ver como Bill la trato me da la impresión que algo no anda bien.

—¿Ya andas pensando en ella?— Fiddleford habló mientras estaba a mi lado trayéndome de nuevo a la realidad— ¿Cuántas veces te he dicho que no lograrás nada con ella?—

—¿Y otra vez tu piensas que a mí ella me interesa? — pregunté para verlo.

—Solo digo, realmente ayer te jugaste tu pellejo por defenderla, a pesar de que la mayoría del tiempo te dejas intimidar por Bill— confesó.

Yo solo giré los ojos ante su comentario.

—Ay vamos, no me gusta cuando alguien...—

—Ni me defenderías a mí, por supuesto que te pasa algo por ella— siguió insistiendo.

Yo negué con la cabeza pero no dije ni una palabra más.

—Suspendieron a los Cypher— escuché de repente detrás de mí— Por el resto de la semana—

—¿Qué?— exclamé para volverme a Stanley— ¿Cómo sabes eso?—

—El grupo de amigos del idiota no es discreto, así que olvídate de verla, hermanito— soltó mi gemelo.

—Rayos, dijimos que íbamos a vernos para nuestro proyecto— admitió.

—Claro, "proyecto"— dijo mientras hacía un gesto con la palabra proyecto.

—No empieces tu también— le pedí para alejarme de él.

—Déjalo, seguirá con lo mismo, no importa cuánto se lo digamos— escuché de Stanley pero fingí no escucharlo para seguir mi camino.

—Esa solicitud fue del mismo profesor, así que por favor, dejen de molestarme con ella por cinco minutos, ¿¡Bien!?— pedí al volverlos a ver.

Volví a dar la vuelta y seguí caminando.

...

Suspiré resignado al llevar media hora en el parque, sí bien sabía que ella estaba suspendida, tuve la ligera esperanza de que ella llegará para que podamos seguir nuestro proyecto. Lastimosamente, no fue así.