Capítulo 2

73 6 0
                                    

Capítulo 2: Dilemas.

Oí de repente el sonido de la campana sorprendiéndome por estar muy concentrada en mi trabajo. Empecé a guardar mis útiles sin mucha gana al recodar que el profesor quería hablar conmigo y con el Seis Dedos.

—Suerte— oí a Pyronica susurrarme antes de levantarse— En la siguiente clase hablamos—

Yo solo asentí mientras veía a Stanford hablando con Fiddleford (en realidad es su único amigo). Ambos me voltearon a ver, pero cuando fruncí el ceño la quitaron rápidamente.

—Te veré luego— oí de Fiddleford cuando me acerqué.

Stanford no me miro más, solo tomó su mochila para acercarse al escritorio del profesor.

—Les prometo que no les quitaré mucho tiempo para que puedan tomar el descanso— mencionó sentándose en su escritorio— Bien, sé que ambos les emociona la feria y debido a sus proyectos anteriores y clasificaciones, los profesores que nos dedicamos en las ciencias, queremos que ustedes trabajen juntos en está ocasión—

Negué con la cabeza al oírlo.

—¿Perdón?— exclamé con un poco de burla— No puede estar hablando enserio—

—Lo estoy haciendo señorita, Cypher— respondió serio.

—Esto debe ser una broma, yo no voy a trabajar con él— solté molesta aun teniéndolo a su lado.

—Sé tu modo de trabajo, pero queremos ver que tal resultaría juntarlos en este proyecto— comento.

—¿Enserio me odias tanto?— pregunto Stanford.

—¿¡Tú sí quieres esto!?— consulté molesta.

Ni siquiera sé porque me molesto en preguntarlo cuando ya sé su respuesta, después de que mi hermano se haya burlado de él, de su inteligencia y de su amigo, de como lo trato yo y demás, sigue buscándome cuando me ve mal o sola.

—¿Cuánto tiempo tenemos?— pregunto Stanford, ese era un retundo sí a mi pregunta.

—Un mes más o menos— confeso— Seré su supervisor en esto—

—Yo creo que podemos intentarlo, ¿verdad Amelia?— me consulto.

Me cruce de brazos cerrando mis ojos con fuerza.

—Sí no tengo otra opción para esto— solté.

Cuando lo volví a ver me estaba sonriendo levantando sus pulgares hacia mí y giré los ojos.

—Estás son las indicaciones para el proyecto, recuerden que cualquier duda o consulta pueden venir a mí— mencionó el profesor mostrándonos los papeles.

Los tomé rápidamente.

—¿Es todo?— pregunte.

—Sí, que terminen de tener un buen día muchachos— mencionó.

Yo no dije nada y salí rápido del aula.

Escuché un "gracias" de parte de Stanford para oírlo correr detrás de mí.

—¡Oye!— lo escuché hacia mí—¿Enserio no vas a aceptarme en está ocasión?—

—¡Tú sabes bien que no quiero trabajar con alguien como tú!— respondí con los brazos cruzados.

—Lo sé, pero, bueno, de mi parte... creo que es buena idea— mencionó.

—¿Buena idea? No lo creo— solté dándole la espalda.

Se quedó callado por un largo rato.

—Entonces... ¿Cuándo y dónde nos reuniremos?— pregunta.

—No lo sé— contesté frustrada sin verlo todavía.

Lo Que Nos Unió (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora