Capítulo 3

72 10 3
                                    

Baltarno

Krum está sentado en un tronco al lado de un arroyo, a los afueras de la ciudad. Su vida es mucho mas estresante durante la ultima semana, desde que es un miembro de la resistencia atea. Él está contento y se siente alguien importante por serlo, tal vez porque no tiene en cuenta que si lo descubren lo colgaran de la plaza de la ciudad.

No le ha dicho a nadie que va a ésas reuniones, ahora aún no hace nada pero cree que tal vez le darán alguna misión en unas semanas, tal vez meses, aunque quería que fueran solo días o horas. Estaba ansioso por hacer algo, por desobedecer a quien a quien nadie puede y hacer algo que, aunque fuera poco, cambiara el mundo.

Como se hace de noche se dirige hacia su casa. Mañana tiene que hacer dos horas de plegaria antes de que amanezca y quiere dormir unas horas.

Cuando llega a su casa sale corriendo su padre quien lo coge por el hombro y salta encima de la bici. Krum coge su bici y sale corriendo detrás de él, aunque no puede seguir el ritmo de su padre, Krum trata de alcanzarle para preguntarle que ha pasado y a donde van. Su padre le dice que se calle y se apresure.

Van por calles estrechas y oscuras, seguro que hay caminos más rápidos para ir dondequiera que vayan pero saben también que si algún guardia de la iglesia los ve circular a ésa hora y tan rápido va a sospechar y no pueden permitírselo.

Llegan al portal de una casa vieja, en una calle casi abandonada con muchas residencias que un día tuvieron un hermoso jardín y unas fantásticas flores pero que hoy eran solo construcciones lúgubres sin habitantes. Krum echa un vistazo a la casa, no tiene nada que la diferencie de todas las demás, ni luz, ni cortinas, nada.

Entran al jardín y luego el padre de Krum saca una llave y abre la puerta. Krum no había estado nunca allí y se preguntó que hacía su padre allí y porque habían ido tan aprisa. 

Entran muy despacio al recibidor de la casa, donde no se oye ningún ruido, el padre se dirige al medio de la sala llena de polvo y mira hacia el pasillo del piso superior, que se divisa entre tinieblas; nada. El padre empieza a preocuparse y conduce a su hijo hasta una habitación anexa, donde hay unas grandes estanterías de libros. Krum mira a su alrededor y su padre tira de uno de los libros, cosa que hace que la pared se abra y de paso a una estrecha escalinata de piedra, que baja hasta las penumbras.


















GRACIAS POR LEER ÉSTE CAPÍTULO, HE ESTADO INACTIVO DURANTE UN TIEMPO Y LO SIENTO MUCHO PERO HE ESTADO CON EXÁMENES. NO PROMETO NADA PERO INTENTARÉ ESCRIBIR MÁS Y DESARROLLAR MÁS LA HISTORIA.  POR FAVOR, NO CUESTA NADA UN VOTO O UN COMENTARIO Y AYUDA MUCHO. 

El Imperio (Castellano)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora