CAPÍTULO 4

63 7 2
                                    

BALTARNO

Krum desciende detrás de su padre por las estrechas y empinadas escaleras, su visión es nula y trata de no caerse mientas va llegando al final. Su padre abre una puerta y se encuentran con un grupo de gente, algunos de los cuales krum ya había visto y otros que no tenía ni idea de quien eran.

Un hombre mayor, de pelo blanco los mira desde la otra esquina de la sala y se dirige a su padre.

-llegáis tarde.- No hay ni una pizca de compasión en su voz.

-Ahora ya estamos aquí, ¿podemos empezar ya?- Dice igual de frío su padre.

Hay tensión en el ambiente hasta que una mujer rubia de unos cincuenta años empieza a dar órdenes.

-Tenemos un testigo de las islas que dice haber visto a un morisco joven con una embarcación muy precaria navegando sin rumbo. Sabemos de buena tinta que los moriscos no han mandado ningún espía así que interceptaremos su llegada para que nos sirva de informador.- Dice con un tono que no admite réplica.

Krum mira boquiabierto a la señora de la resistencia. ¿Interceptar su llegada? Vaya tontería, piensa. Tampoco podrán esconderlo toda la vida. Los frailes acabarán descubriendo que este existe y los matarán a todos.

- Es la única manera de que sobreviva.- Dice otra mujer, ésta más joven, morena y mucho más bonita.- Si los de la iglesia lo cogen le harán cantar y será muy peor- Añade mirando a Krum.

A krum no le hace la menor gracia pero debe aceptar. Estando dentro de la resistencia no puede quejarse, debe aceptar y prepararse por lo que será su primera misión.

La reuniónacaba y van saliendo del sótano todos los asistentes, Krum sale detrás de unamujer joven y sube a su bicicleta. El puerto los espera


Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 19, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El Imperio (Castellano)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora