Capítulo 23 "Nightmares and awkward moments"

46 3 1
                                    

"Ven conmigo"

"Es un secreto"

"Nos los estamos pasando bien, ¿no?"

"Al menos, tú te has reído..."

Abro los ojos y ahogo un grito.

¿Qué? Estoy en la calidez de mis sábanas. Estoy en casa. Me doy cuenta de que estoy reteniendo el aire  y suspiro, aliviada.  

Mi confusión y aturdimiento me desesperan, ¿qué está pasando?

 Me giro en el colchón  y miro la hora del reloj de la mesilla de noche: las 6 y media de la mañana.

Aún ni siquiera ha amanecido, así que decido intentar dormir otra vez. Me recuesto otra vez en mi cama, pero, cuando cierro los ojos, lo único que visualizo es a un chico, una habitación oscura... 

 Vuelvo a abrir los ojos de golpe y me incorporo bruscamente en la cama. Me cae una gota de sudor por la frente. No he pegado ojo a causa de la repetitiva pesadilla que se proyecta una y otra vez en mi mente. No me deja dormir. No me deja descansar. No me deja respirar.

Aparto las sábanas y me levanto decidida mientras dejo atrás mi habitación y voy hacia el cuarto de baño, aún confundida y con un martillo taladrándome el cráneo.

Avanzo por el oscuro pasillo con sigilo mientras observo  mi propia sombra seguirme el paso. Mis pies se detienen en seco cuando me fijo en la habitación por la que estoy pasando.

Inspiro profundamente y un olor se hace presente en mis fosas nasales.

Estoy en frente de la habitación de Nick.

No sabría explicar a qué huele Nick, pero es un olor agradable, masculino y cálido. Cuando lo huelo, es como si, de alguna forma, me indicara que él está ahí conmigo, para protegerme.

Protección.

Eso es justo lo que necesito, lo necesito aquí. Sé lo irritante que puede parecer a veces, pero, ejerce una fuerza en mí que no sabía que existía.

Sí, lo echo de menos.

Y sí, nunca lo he odiado del todo.

Sin pensármelo dos veces, entro en el cuarto  y voy hacia la protección en forma de cama de Nick y me cubro con las sábanas hasta el cuello. Escudriñando la oscuridad en busca de un chico imaginario que solo habita en mi cabeza. Que me hace cosas malas. Y desearía no haber tenido esa pesadilla nunca.

Porque ahora, Nick me hace más falta que antes.

-

- ¿QUÉ DEMONIOS...?- Oigo una voz que grita, no muy lejana.

Me despierto asustada y me incorporo dando un salto.

Me froto los ojos, aún dormida, y hago un esfuerzo por identificar al intruso. Cuando lo consigo, descubro que soy YO la intrusa.

Y de nuevo, ahogo un grito.

- ¿QUÉ COÑO HACES AQUÍ?- Vuelve a gritarme, sorprendentemente más enfadado de lo que esperaba.

Intento responder, pero la he cagado hasta el fondo. Debe de pensar que soy una violadora-acosadora de mucho cuidado. Creo que sigo con la boca abierta, porque él repite la dichosa pregunta que, claramente, ni yo misma sé contestar.

- Eeem....- "Vamos Paula piensa..., la cabeza no solo sirve para hacerse coletas"-.... mmm... Mejor me voy.-  Finalizo, con los ojos muy abiertos.

No había pasado tantísima vergüenza desde que me caí mientras representaba un baile en la fiesta de fin de curso de este año.

Me levanto de la cama y me voy corriendo a mi cuarto, sin mediar palabra. Debo de estar más colorada que un puto camión de bomberos.

Esta vez, Nick White me ha pillado baboseando su querida almohada... y creo que su "regalo" de bienvenida no le ha gustado nada.

Pero tengo que aclarar dudas: Cuando al final me quedé dormida en su cama vetetúasabercomo ; mi pesadilla ha seguido atormentándome durante toda la noche. Mientras el chico sin cara me hacía esas cosas malas, una sombra aparecía detrás de él y lo tiraba al suelo. Yo veía como la sombra le golpeaba una y otra vez hasta dejarlo inconsciente y entonces, todo se vuelve más oscuro aún y termina el sueño.

El caso es que, la sombra tiene su propio olor. Puedo olerlo incluso a través de mis sueños. Y por eso, el aroma de Nick me inspira tanta protección: Quizá él es la sombra que aparecen en él.

IntercambioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora