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Desperté  por el sonido de la lluvia y relámpagos, mi cuarto tenia una ventana enorme donde  se reflejaba todo lo que sucedía aya fuera y por lo tanto se reflejaba todo mi cuarte de los rayos que alumbraban la noche, me encantaban las tormentas, el sonido de la lluvia era relajante y el hermoso olor a tierra mojada después de llover  y el hermoso clima que dejaba la lluvia, cuando salia el arco iris era horrible, no el arco iris en si, sino que era señal que venia el sol a todo su esplendor, siempre preferí la  lluvia.

Me levante de mi cama feliz por la tormenta me puse mis pantuflas y me directamente fui al baño para prepararme par ir a la escuela, -este sera un gran día- me dije a mi misma, la lluvia había sido el primer paso para por haber amanecido feliz. Cuando llegue a la escuela todos iban con sus sombrillas y con sus botas, yo feliz de que siguiera lloviendo.

Después de la clases de las primeras horas terminaran salí corriendo al patio buscando a Alfred, cuando por fin lo encontré y cuando lo vi se me patio el corazón en mil pedazos, me maree por un momento... Alfred estaba llorando.  

Corrí hacia Alf lo mas rápido que pude -Alf, ¿Estas bien?- le dije limpiándole las lagrimas de los cachetes y de sus enormes ojos.

-¿Podrías darme un momento Paula?-  se fui corriendo a su salón, me quede inmóvil de lo que había pasado ¿Acaso habrá pasado algo? ¿o yo le habré hecho algo? pensé y pensé y le di mil vueltas a la situación después de haberlo pensado varios minutos llegue a la conclusión que no le había hecho absolutamente nada entones ¿que le estaría pasando?, decidí ir a buscarlo a su salón y cuando me asome por la ventana ahí estaba el solo, sentado en la banca del medio mirando hacia abajo.

-Hola- dije casi como un susurro, -¿puedo pasar? 

-Claro que si Pau- me miro con sus ojos tristes.

-¿Qué a pasado? me lo puedes contar si quieres?- le dije haciendo media sonrisa.

-Te contare todo...- dijo Alf, suspiro con tristeza. me senté a lado de el.

-¿Qué paso? ¿porque estas tan triste?- le dije mirándolo a los ojos.

-Mira el día de ayer me dieron la peor noticia, mi abuela murió y ayer fuimos al funeral, ella siempre me ayuda en todo, en los problemas en mi casa, en las peleas con mis padres, ella fue como una madre que incluso quiero mas que a la mi madre biológica, ¡¿Porqué ella Paula?! ¿Porqué?... era la persona mas buena de todas siempre me enseño a mantener mi sonrisa sin importar lo que pase siempre me enseño a sonreír, me enseño a ser una persona de sentimientos y corazón buenos, me dijo que siempre intentara sonreír a la gente para alegrarles el día al menos un poco, me enseño el valor de la vida y las cosas y sobre todo me enseño a amar y a tener todos los valores humanos posibles-   sollozo horrible se dejo caer en el suelo conmigo, yo lo consolaba y le abrazaba su cabello mientras lloraba desesperada mente con el y ahí nos quedamos sentados en el piso.

Cuando se tranquilizo un poco mas después de demasiados minutos se quedo en silencio.

-Alf siempre me tendrás aquí para todo lo que quieras, te abrazare y te limpiare las lagrimas cuantas veces sean necesarias sin importar el momento y el lugar- le dije con mucha sinceridad y sentimiento.

-Gracias Pau, gracias por siempre estar aquí cuando te necesito, de verdad gracias por todo, te amo mejor amiga- me dio un beso en el cachete y ahora era el el que me acorrucaba con sus brazos.

-Yo también te amo- le dije sonriendo.

-¿Hermanos por siempre?- me pregunto y obviamente el ya sabia la respuesta.

-Hermanos por siempre- los dos alzamos los dedos al mismo tiempo y los apretamos en símbolo de promesa, ¿Cómo es que en tan poco tiempo nos habíamos hecho amigos incondicionales? me pregunte y después dije tal vez solo fue porque la vida sabia que nos necesitábamos.

Un caos de emociones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora