Mini historias

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El frió del otoño congelaba mis manos, aun tapada y abrigada mis manos no entraban en calor pero todo eso no importa. 

Decidí salir a dar una vuelta por ese pequeño parque cerca de mi casa, solía estar desierto ya que a nadie le gustaba porque se decía que ahí secuestraban y demas, pero ya nadie iba eso incluía secuestradores, violadores y mas.

Narra Alexander

¿Donde estas Daniel? Tonto hermano pequeño ¿Porque hace que me preocupe así? Ni conozco esta zona. Llegue a un especie de parque desierto, cosa que no me gusto nada 

-¿Daniel estas aquí? 

Empiezo a caminar por el parque, en el camino distingo una chica de cabellera negra larga y unas piernas de muerte, me acerque a ella para preguntarle si había visto a mi hermano pero pocos metros antes de llegar a ella veo que se mueve. No se porque pero me escondí

Vi como la chica se arrodillaba y su mirada se suavizaba, parece que miraba con cariño me quede un rato embobado con sus ojos hasta que la oí hablar

- ¿Estas perdido? -su voz era increíblemente tranquila y maternal podría apostar a que canta increíble

-No encuentro a mi hermano -reconocí la vos de mi hermano, estaba asustado 

-No te preocupes, me quedare contigo hasta que lo encontremos -otra ves esa voz tan maternal 

Me acerque lentamente a ellos, mi hermano me vio y rápidamente vino hacia mi, lo abrace y lo tranquilizaba acariciándole la cabeza. La chica reparo en mi y me sonrió levemente 

-Gracias por no ser un secuestrador -se rió 

-De nada creo, bueno yo me voy, no lo pierdas de vista se nota que es un chico travieso 

-si uno muy travieso, me despiste dos segundos y ya no estaba a mi lado -se aguanto un poco la risa y se dispuso a irse

-ammm, como agradecimiento ¿no querrías tomar un café mañana? -me miro a los ojos, sentí como me quemaban las mejillas nose si de vergüenza a algo o solo tal vez me volví loco

Asintió lentamente, me dio un papelito y se fue

Era una dirección y un numero

-hermano, tenemos que volver al orfanato 

-Si lose, volvamos

Lo que ellos no sabían era que la mama de aquella misteriosa jovencita adoptaría a estos hermanos con el pensamiento de que su única hija necesitaba compañía