Fugaku era un hombre serio y de pocas palabras. Aunque muchas veces durante su vida tuvo muchas cosas para decir, simplemente no sabía expresarlas adecuadamente. Un ejemplo de ello era la relación que tenía con sus hijos, especialmente con su hijo menor, Sasuke.Y no era que no los amara, él los amaba mucho y quería lo mejor para ellos. Pero como ya fue mencionado, no era nada bueno con las palabras y la expresividad.
A raíz de ese pequeño gran problema, surgió un dilema muy peculiar con su pequeño hijo Sasuke. Un dilema que no le deseaba a ningún padre pero que lastimosa e inevitablemente tendrían que pasar algún día...
Bueno, al menos a los padres que tenían hijas.
_ ¡Serán buenos amigos! – exclamó la amiga pelirroja de su esposa mientras ambas miraban a dos bebés que estaban en la cuna de su hijo de siete meses, Sasuke.
Fugaku se quedó de brazos cruzados parado en la puerta, observándolas. Era más que obvio que ambas mujeres, Mikoto y Kushina, esperarían que sus dos pequeños sean amigos al crecer.
Fugaku miró con cierto recelo al pequeño rubio que estaba acostado al lado de Sasuke. Esperaba preferentemente que hubiera heredado la calmada y educada personalidad de su padre, Minato, y no el extravagante carácter de su madre. A parte de eso, a pesar de saber que Minato y Kushina eran buenas y decentes personas que sabrían criar bien a un hijo, no podía evitar preguntarse si ese niño sería buena o mala influencia para su pequeño de alguna forma.
Cualquier padre tiene derecho a preocuparse por eso, ¿no? En especial si estaban prácticamente sentenciando a su hijito a ser amigo de alguien.
_ ¡¡Buaaaaaaaaah!! – el llanto de Sasuke lo sacó de sus pensamientos.
Estaba llorando porque el pequeño rubio le había quitado su chupón de la boca.
Fugaku frunció el ceño. Ese no había sido un buen comienzo para la opinión que comenzaba a forjarse de ese bebé.
_ ¡¡Buaaaaaaaaaah!! – Naruto, como se llamaba el bebé rubio (en serio, ¿no le hubieran puesto mejor dango o pimentón?), comenzó a llorar como reflejo por el susto que le provocó el llanto de Sasuke.
_ Aaaww – dijeron las dos madres a unísono mientras levantaban a sus respectivos bebés en brazos para calmarlos.
¿"Aaw"? ¿Qué tenía eso de "aaw'? ¡Había hecho llorar a su pequeño Sasuke! ¡Deberían darse cuenta con eso que esa amistad no llevaría a nada bueno en el futuro!
Y Fugaku no se equivocaba. De haber sabido tooooodo lo que pasaría, habría dicho que...! ¡Que...!
Pff, no, no era bueno con las palabras.
Y menos si su esposa lo miraba con ojitos de suplica silenciosa como lo estaba haciendo en ese momento. Ella sabía perfectamente lo que estaba pensando de toda esta situación.
Fugaku suspiró resignado. Pinche Mikoto manipuladora.
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Era el cumpleaños cinco de su pequeño hijo Sasuke. Le habían hecho una gran fiesta a la que invitaron a sus primos y amigos.
Sasuke era muy educado y bueno en sus estudios, y Fugaku estaba muy orgulloso de él (aunque no se lo diga, ya saben, malo con la palabras), pero también era tímido con los otros niños o con personas desconocidas, así que no tenía muchos amigos que no sean familia.
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Fugaku nota, Fugaku sabe
RomanceMuchas veces, los padres notan y saben más de lo que dicen, más de lo que esperamos. Fugaku no era la excepción. NARUSASU AU Romance, Humor, Familia.