Ahí me encontraba perdido y desorientado mirando fijamente a la nada, mirando repetitivamente la hora de mi reloj, en mi cabeza solo vagaban ideas absurdas y pensaba ¿Qué tal si ella no llega?¿Quizás es solo una mentira más?. De pronto sin darme cuenta fui cegado y sentí dos manos frías que cubrían parcialmente mi rostro inimaginablemente yendo en contra de todas las probabilidades era ella si ella se presentó y por fin pude tenerla entre mis brazos era tan cálida, me miraba fijamente y no podía pronunciar ni una sola palabra a momentos lo intentaba pero tan solo tartamudeaba en realidad no sé qué sucedía en ese momento conmigo, todo era tan extraordinario, era irreal.
Estaba completamente hipnotizado yo solo la podía admirar, de a poco nos fuimos acercando más y más hasta el punto de estar rozando nuestros labios, eso labios tan suaves, tan delicados que llegaron a ser míos, todo fue tan efímero.