Londres

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Para mi mala suerte,el asiento correspondiente a mi nombre era el siguiente de Andreas.

Podrían llamarme la chica más desafortunada del mundo.

Conociendo esa desagradable noticia me preparaba con mis audifonos y mi reproductor MP3 para no verme en la dura necesidad

de cruzar palabra con mi primogenita después de aquella humillación pública en la entrada del aeropuerto.

Ni siquiera me permitió explicarle que no subí al maldito coche-taxi,ella siempre sacaba conclusiones apresuradas sin ver qué tenía para defenderme.

Era como un juicio,donde ella era una cruel juez y yo la presunta culpable sin abogado defensor.

Asi era como veía mi relacion con Andreas.

Y aunque sonara raro,lo menos que deseaba era aclararle todo el asunto.Ella pensaba que tuve relaciones con un desconocido y estaba furiosa por ello,de alguna manera me desquitaba.

-Mamá-Dijo Trent,llamando nuestra atención.Su cabeza sobresalía del pequeño espacio entre los asientos de primera clase.

-¿Qué?-Contestó de mala gana,Andreas.

-Se supone que papá tiene mucho dinero-Oh no,esto no iba para buen

camino.-,¿por qué viajamos en un avion público? Digo,el fue quien nos

envió fotografías de su jet privado-Preguntó curioso,inconsciente de la próxima tormeta.

Casi podía sentir la dura mirada de Andreas en el.

Trent era todo lo que tenía no toleraba que alguien,mucho menos mi madre,pudiera tratarlo como lo hacía conmigo: una mirada asesina,mueca de desaprobación,cejas fruncidas y gritos,una amplia gama de ellos.

-¿Eres tonto o qué? Me he cansado de repetirlo cientos de veces.¡Solo cierra la puta boca y obedeceme!-Elevó un poco la voz,llamando la atención de un par de curiosos.

-Lo siento mamá...yo no lo recordaba...-Su voz se iba apagando conforme hablaba.

-No te disculpes-Le corté.

-¿Ah no? ¿Se puede saber por qué la "Chica mala" no quiere escuchar unas simples disculpas?-Preguntó Andreas con una nota de sarcasmo.

No quería darle tanta importancia,solo ponerme los audifonos y callar todas las respuestas que viajaban en mi cabeza pero era una lastima que yo no fuera asi.

-Porque no las mereces-Respondí apretando la mandíbula.

-Mira quién habla.Y dime,¿tu qué mereces?-

La ignoré y puse una canción de AC/DC en mi MP3,la primera que ví.

Si se lo preguntaban,eso dolió.

De un manotazo,Andreas lanzó mi reproductor de música,nada barato, al suelo del avion.

-No me jodas,abuela-Gruñí sin pensarlo.

-¿O si no que harás,dopanomana?-Devolvió el golpe bajo.

-No puedo golpearte si es lo que quieres-Reí sin humor.-Además comprendo que los cambios de humor son normales en la menopau...-No pude terminar porque alguien me levantó del asiento.

-No hay por qué pelear,¿verdad?-Dijo Trent mirandome de nuevo con

los ojos cristalizados.

Yo no quería verlo así por lo que asentí y me fui al asiento donde estaba Trent,un par de filas atras.

Me prometí que no haría sufrir a Trent por mi culpa,yo veía cuanto le

dañaba presenciar una escena entre mi madre y yo,no podía seguir

Hasta que la mafia nos separe (Harry & tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora