Vivir entre dos mundos

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Prólogo

Sonó el despertador.

Al escuchar el sonido de mi despertador me asusté. Estaba completamente sumergida en aquel sueño, ese despertador siempre arruinándome los sueños cuando se ponían en lo más interesante, ¡en lo mejor!...me puse triste, pues no tenía ningunas ganas de volver a empezar las clases.  

Nada más pasar 3 minutos, mi madre se inquietó por el hecho de que no hubiera bajado ya, o simplemente por no escucharme quejándome de lo mucho que odio levantarme temprano. Así que antes de que me diera tiempo a salir si quiera de la cama, ya la tenía ahí delante de mi puerta molesta por mi lentitud y a la vez con cierto grado de preocupación, ¡y sólo habían pasado 3 minutos!. 

-Katherine cariño, ¿a que se debe que no te hayas levantado ya?, ¿te ocurre algo? ¿te encuentras mal?, ¿va todo bien? -Dijo matándome a preguntas sin dejarme ni un momento para responder- Si te encuentras mal no tienes porque ir, tesoro. De todas formas es el primer día, no creo que hagais nada el primer día, ¿no?.

-Estoy bien mamá, no te preocupes...solo es que me da pereza levantarme -contesté con un tono del todo zombie, tenía muchísimo sueño...la pasada noche me había acostado a las 2 de la mañana, me entretuve hablando con mi mejor amiga Emily; ella siempre tiene algo de lo que hablar, por tonto que sea.

-Oh, esta bien querida...pero no te tardes, no quisieras llegar tarde el primer día. -me pidió mirándome con gesto agradable, luego sonrió y se marchó escaleras abajo.

-''que madre''- pensé mientras deslizaba mis piernas hasta el suelo.

Me levanté, hice la cama rápido, me desvestí, me vestí, cogí la mochila...todo lo típico que hay que hacer por las mañanas cuando es época de clases.

Mira que mi madre me lo avisó, y aún así ya iba a llegar tarde a clases. Corrí por la calle todo lo rápido que podía. La gente me miraba como si estuviera loca o algo...

Estaba a pocas manzanas del instituto, cuando me di cuenta de que ya estaba cerrada la cancela...había llegado demasiado tarde.

-''¿Qué hago ahora?'' -Me pregunté a mi misma, preocupada por si me dejarían entrar o no. 

Me acerqué a paso ligero hasta la cancela y miré alrededor, no estaba el portero, no veía a nadie, pero si que escuchaba a algunos niños de primero chillando como condenados; No, esa gente no sabía hablar como una persona normal, tenían que hablar a gritos...y encima sus voces de rata los hacían más insoportables aún. 

-''Uff, ¿y ahora que?'' -No sabía que hacer, no sabía como entrar, ¿y si saltaba la verja?, ¿y si me veían saltarla y me decían algo?.

Apoyé mi mano en la verja y fue entonces cuando me di cuenta de que estaba abierta.

-''¡SERÉ ESTÚPIDA!'' -me enfurecí conmigo misma. 

Más rápida que el propio correcaminos, salí disparada en dirección a la puerta principal. Desde hacía ya 10 minutos, todo el mundo estaba en su clase y por eso no había nadie en los pasillos. Corrí escaleras arriba desesperada, ¿y si ahora por llegar tarde no me dejaban entrar a la clase?...mi grado de desesperación aumentó al pensar tal cosa, por lo que empecé a saltar escalones de dos en dos. Al fin llegue a la puerta de la que ahora sería mi clase durante este curso, dí dos golpecitos fuertes, pero delicados y esperé con una desesperación tremenda a que me abrieran. No pasaron ni diez segundos, cuando el profesor me abrió la puerta.

 Esta es mi primera historia, espero que la disfruten y les guste. Por ahora solo he escrito el prólogo, cuando tenga tiempo seguiré :). Gracias a todos por leer<3

Vivir entre dos mundos(cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora