Era un día soleado. El sol brillaba. No había nubes. El cielo era claro y despejado. Parecía como si el mundo se alegraba ahora que Wendy se había ido. Y esto tenía parte de razón.
¿Su padre? Él nunca debió tener hijas. Maltratador, machista, violento. Estas serían las tres palabras que lo definían. ¿Que si cambió? ¿De verdad alguien cree que una persona cómo él puede cambiar?
Y su madre. Ella no la quería. Tampoco fue una sorpresa que en el funeral asistieran sólo cinco personas. Wendy fue querida; pero querida con vida. Difunta no le hacía bien a nadie.
Sus hermanos lloraron. No fueron los únicos.
Un chico, observando la família Darling a lo lejos fumaba un cigarrillo. Su rostro parecía hecho de lágrimas y mar. Sus ojos estaban nublados, y sus puños apretados. ¿Por qué lo había hecho? ¿Qué le había impulsado a lanzarse de la ventana de su habitación, con sus hermanos durmiendo a tres pasos?
Él era el único que lo sabía. Y eso lo hacía sentir dolorosamente culpable. Nunca había querido que ella acabara así. No de esa manera. Nunca había pensado que lo que escribía era verdad; pero infravaloró a su querida Wendy. Y vaya si lo hizo.
Él sólo quería que ella rehaciera su vida. Y eso significaba; no más Peter, no más Nunca Jamás. Significaba no más magia, no más chicos perdidos. Es verdad, cuando ella se fue de Nunca Jamás le rompió el corazón, pero le hizo darse cuenta de algo; ellos dos nunca podrían estar juntos.
Peter nunca renunciaría a Nunca Jamás, y ella quería a sus hermanos más que a su propia alma.
Wendy se había suicidado.
Y Peter no la había intentado detener.
Si Wendy no podía tener una vida normal ni en nunca jamás ni en su mundo, quizá lo haría en otro.
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neverland [1].
Contowendy quería a peter pan. peter pan quería el país de nunca jamás. peter quería a n e v e r l a n d .