dos.

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Alguien llegó y dejó caer encima agua, la cual fue insuficiente. El aire comenzaba a tornarse denso debido al humo y las llamas parecían consumir la totalidad de la tela, incluyendo la sábana que sostenía.

De pronto, alguien llegó y como si fuese inmune al fuego, tomó busto y lo aventó por el balcón. Corrí tras él y vi como aquello caía al centro de la piscina, muchos pisos más abajo. Después del shock, pude ver que quien había llegado había sido el mismísimo Jaebum.

-¿Qué ha pasado?-me interrogó.

¿Qué debía decirle? Cualquier cosa sonaría como que trataba de arruinar su boda.

-Increíble, se ha quemado-contestó YoungJae saliendo al balcón. Tras el chico, estaba una persona tosiendo.

-¿Por qué hay tanto humo?-preguntó incrédula HeeSook, quien ya había despertado.

...

-¿Cómo es que tiene esa voz tan potente para gritar?-se quejó Haru. Estábamos ya en nuestra suite, tras pasar una hora tratando de tranquilizar a Sook.

-Cualquier novia en su situación se habría puesto así de histérica- la rubia soltó una carcajada ante mis palabras.

-Pero quemar el vestido...¡ni a mi se me ocurrió algo tan bueno! Debo felicitarte Danbi, aunque también regañarte, fue algo peligroso.

-¡No lo hice a propósito!-me desesperé.

-¿Entonces?

-El cigarrillo, no me fijé cuando lo tiré-expliqué.

-Te pasaste, ahora si pareciste una bruja en verdad-se burló la joven-Pero lo mejor es que nadie lo notó.

Le aventé un cojín a modo de reproche. En ese instante alguien tocó a la puerta. Cuando salí a abrir me encontré con el, Jaebum. Era la primera vez después de una semana que podía verlo.

-¿Qué pasa?-pregunté temerosa de que hubiese averiguado lo de mi cigarrillo.

-¿Estás bien?-preguntó con cierta molestia. Quería golpearlo. ¿Qué persona en su sano juicio preguntaba algo así en ese tono?

-Si, pero creo que ahora la que no se encuentra muy bien es HeeSook, ¿ya ha podido dormir? -Me moví un poco para ver a la puerta que había detrás de él, justo del otro lado del pasillo, estaba cerrada y no se escuchaban gritos.

-Esta mejor. Pero te he preguntado a ti-su voz sonaba seria, algo le fastidiaba, creo que era yo.

-Ya te he dicho, todo bien. ¿No puedes quitarte esa cara de amargado ni cuando estas a un día de casarte?

Traté de cerrar la puerta pero el jaló mi brazo. Lo giró un poco dejando en evidencia a la pequeña quemadura que me había hecho.

-Molestia, mira esto.

-Estaba a nada de ponerme algo, ¿soy doctora, recuerdas?

-Pareciera que eres una niña de cinco años, ¿Cuánto tiempo necesitas que pase para que eso se te infecte? -me deshice de su agarre.

-No traje mi botiquín conmigo, pediré algo en recepción.

-Vamos-mandó.

-Más tarde-exhaló y me miró con desagrado.

-Eres increíblemente terca-con cuidado me jaló del otro brazo y me arrastró al elevador.

Mientras bajábamos los pisos en silencio no pude evitar que mi corazón se hinchara con una felicidad que salía de alguna parte. Amaba eso de Jaebum, aunque pareciera estar todo el tiempo ignorando a todo mundo, con su actitud amenazante, al fin de cuentas una parte de él se preocupaba siempre por sus amigos. Yo era simplemente su amiga. Esa era una verdad que dolía.

sabotage ; jaebum.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora