Me llamo Alex y esta es mi Historia...
Era una Noche Normal, era mi cumpleaños, y decidí ir a ver mi objeto favorito en todo en mundo: La Luna...
Decidí apreciarla unos momentos
Después de un rato tocaron a mi puerta, era mi novia, Lissandra, quería hablar un rato conmigo sobre las estrellas y las Galaxias, y bueno, un poco de Anime, ella le gustaba un poco de anime
De pronto ella me dijo algo que me dejaría pensando por unos momentos:
—¿Que harías si yo fuero tu "Luna"?— preguntó curiosa y fascinada
—Me quedaría apreciando tu belleza toda mi vida— respondí mirándola, acariciando su mejilla, apreciando cada detalle de su hermosa cara.
Después de hablar tanto con ella decidió irse a su casa ¿y yo? Pues me quedé viendo la Luna y pensando en lo que ella me dijo
"Qué harías si yo fuera tú Luna"
Esas palabras son muy fuertes para mi, y más si la dice la persona que me gusta
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Un nuevo día, un nuevo amanecer, me había levantado con unas ganas de buscar un Planeta o estrella nueva, pero primero tengo que esperar la noche.
Fui a una librería donde encontré un libro que decía muchas cosas de la Luna que se habían descubierto el año pasado, decidí comprarlo.
Llegue a mi casa y lo primero que me encuentro es una nota en el refrigerador que decía:
"Amor sé que esto será un poco duro para ti, tengo que ir a España, tranquilo no te preocupes es solo unos días, y cuando te sientas solo y crees que la tierra te vaya a tragar, solo...Mira a la Luna...Y cuando la mires te acordarás de mí... Te Amo Cariño..."
Al ver esto, sentí algo que me faltaba en mi corazón, como si ya nada tuviera sentido... Pero, decidí hacerle caso y mirar a la Luna, me fui a la azotea y me lleve el libro que compre, era de noche y la Luna estaba llena así que decidí leerlo... Se podían ver algunas personas en sus azoteas viéndome, como si de una Película de Sentimientos se tratase, algunas de esas personas me veían solo, Pero en realidad no lo estaba, Porque estaba con ella estaba junto a mí, cada vez que me sentía solo mientras leía el libro miraba la belleza de la Luna y me quedaba tranquilo y continuaba leyendo sabiendo que ella estaba junto a mí...
