Soborno

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NARRA RUBIUS 

Lo se, creo que exagere un poco -Demasiado- con eso de no dejarla ir a ver a ese chico, pero, vosotros me entendéis, ¿Cierto? 

Sólo quiero lo mejor para ella -Y sin presumir- yo soy lo mejor, claramente, ¿Acaso os estoy mintiendo? Mmm.. no lo creo 

Esa chica de verdad me gusta, y aparte de que no quiero que ande por ahí viendo a chicos que no conoce y todo, quiero que este conmigo y ya, ¿Acaso nunca puedo tener un final feliz? Siempre termino siendo yo el despreciado que queda solo, mientras que ella sale a dar vueltas por el mundo y ver a otros chicos.. Joder, ¡ESCRITORA! ¡SE JUSTA CON AMBOS! 

Luego de estar unas horas tirado en mi cama y pensando en todo esto decidí ir a pedirle perdón, y aunque no era o que mas me agradaba, le iba a decir que por fin podría ir a ver al chico ese.. Si tanto se esforzó y se quedó en su habitación como se lo dije, algo merece 

Me levanté de la cama y salí hacia su habitación. Toque la puerta. No abrió. Volví a tocar. -Eh _______, se que estás enojada y todo eso, pero ¿Podemos hablar?-. No respondió. 

Todo quedó en completo silencio

Demasiado diría yo 

Algo no estaba bien 

Esa chica no era nada callada 

-¡__________! ¡ABRE LA JODIDA PUERTA!- Golpee esta con mi puño y a lo que el lugar estaba en completo silencio el sonido retumbó por todo el departamento 

Si ella creía que con esto me detendría, estaba equivocada. Es mi casa, la conozco demasiado bien. 

Llevé mi dedo hacia la perilla y di tres golpes suaves debajo de esta. Con la otra mano apreté fuerte el pestillo frío de metal y lo gire hacia la izquierda. Último pero por eso no menos importante, le di una fuerte patada a la puerta haciendo que esta se abriera bruscamente golpeando un cuadro que ella tenía colgado en la pared. 

Si, lo se, era como una especie de código que tenía esa vieja y ya jodida puerta 

Entre rápido a la habitación y eché una rápida mirada sobre esta. Era de esperarse. No estaba 

¿Cómo carajos había salido? Nunca la había escuchado salir del departamento ni nada de eso 

Estaba furioso. No lo podía creer. Me había desobedecido. Creí que ella por una jodida vez en su vida me haría caso, ¿ESTA LOCA?! Le dije que no fuera, pero no, la gran _________ García siempre hace lo que quiere 

Tome mi móvil y le marqué rápidamente a Mangel para que viniera a ayudarme a buscarla, luego de eso me puse a recorrer la habitación de pies a cabeza para encontrar algo que me diera una pista de a dónde iría o algo 

Caminé por toda la habitación hasta encontrar la puerta del armario abierta, que por alguna razón llamó mi atención. Me acerqué a esta y noté que uno de los cajones en el cual guardaba todas sus sabanas y todo, estaba completamente vacío. 

¿Enserio ________? ¿Y te haces llamar genia? Me ah dejado todas las pruebas a simple vista 

Me acerqué a la ventana y miré hacia abajo, en dónde pude ver a un hombre de mantenimiento juntando una gran pila de sabanas amontonadas entre unos arbustos, ¿Y que era lo mejor? ¡ESTABA JUSTO DEBAJO DE NUESTRA VENTANA! 

Ahora si. Estaba mas que furioso. En cuanto la encontrara le diría todo lo que pienso. No pensaba dejarle pasar esta. Ya había colmado mi paciencia. No puede pasar toda su vida haciendo lo que quiere sin pensar en las consecuencias. Alguien alguna vez debe llegar y decirle algo. 

Volví a salir de la habitación cerrando una vez mas la puerta de esta con un portazo. Camine hacia la puerta de entrada y cuando la abrí allí me encontré con Mangel parado asustado, en pose de que estaba por tocar el timbre 

-Eh.. ¿Estás bien Rubius?- Preguntó bastante confundido 

-Cállate y vamos- Dije seco. Salí del departamento rápido, seguido de Mangel, bajamos a el patio del apartamento a buscar a alguien que nos ayudara con esto, o por lo menos encontrar algo que nos diera una pista. 

En cuanto dimos un paso dentro del patio del hotel, toda la gente -Que claramente sabía que esas cosas venían de nuestro departamento- voltearon a verme. Avergonzado y cabizbajo me acerque al hombre de mantenimiento que aún seguía juntando las sabanas enredadas entre los arbustos, y le pedí disculpas por todo lo que había pasado, me dijo que no habría problema, que luego el llevaría todo hacia el departamento y lo dejaría en su lugar, aparte de que no le contaría nada de esto al dueño del hotel. Se lo agradecí mil veces mas y luego me aleje de nuevo para volver a entrar al hotel, pero sentí que algo empezó a tironear de mi remera. Voltee y vi a un pequeño niño tirando de mi remera, comiendo un helado

No era cualquier niño. Era el típico niño de todos los barrios o viviendas que era el que estaba al pendiente de todo y siempre iba con aquel chisme a armar problemas por todos lados. 

-¿Qué quieres ahora Thomas?- Pregunté al niño, algo fastidiado 

-Se sobre lo de tú amiga- 

-Todo el hotel lo sabe, no es algo nuevo- 

-Hablo de que se dónde esta, ¿Acaso no quieres saberlo?

-........ ¿Cuál es el truco?- Siempre hay un truco 

-¿Truco? Bah, ya no tengo ocho años, Rubén- Dijo y desvío su mirada lentamente hacia un costado, mientras que extendía su pequeña mano hacia mi y pedía algo a cambio 

Y ese era su truco 

Resople y saqué fastidado 15 euros que tenía en mi billetera. Ese niño no era nada fácil. 

-Ahora dime- 

Thomas miro los 15 euros en su mano con desprecio y luego los guardó en su bolsillo trasero. -Te diré solamente lo que estos 15 valen- Resoplé -Bien, la chica bajó por aquella ventana de tu departamento hace exactamente una hora y cuarenta y dos minutos, tiró las pruebas debajo de los arbustos y salió corriendo en aquella dirección- Dijo señalando hacia el lado derecho de la calle

-¿Sabes a dónde fue?- Preguntó Mangel 

-Claro que lo se, pero eso tiene otro precio- Dijo sonriendo maliciosamente 

-Putisima madre- Susurré para luego sacar 10 euros mas de mi billetera y dárselos en su pequeña mano del mal -Aquí tienes. Ahora dime- 

-Bien, fue a aquel sitio donde venden malteadas, a cuadra y media de aquí. Ya puedes salir de mi vista- 

Maldito niño 

Decidí no darle importancia en ese momento e irme de ahí a buscarla. Luego me encargaría de ese niño. Ahora lo que debía hacer era encontrarla para por fin, de una vez por todas..

Ser yo el ganador del juego.

Amnesia (RubiusYTu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora