Teenage Dream (Harry Styles)

Capítulo 1

Salté por la ventana, me tambaleé un poco hacia delante, pero conseguí estabilizarme. No me parecía raro escaparme por la ventana, en los últimos meses comencé a hacerlo y me resultaba bastante divertido. Mis padres no lo sabían. Apenas me veían, y las pocas veces que lo hacían para lo único que me hablaban era para rependerme. Realmente no me importaba porque no iba a cambiar mi nuevo estilo de vida por ellos.

Al igual que mis amigos y mis profesores. Todos dicían que había escogido el mal camino, pero ¿cómo lo sabían? ¿Acaso veían el futuro? Sus opiniones me daban bastante igual, excepto la de mis nuevos amigos. En total éramos cinco en el grupo contando conmigo. A veces pensaba que estaba viviendo un sueño adolescente. Escapándome en mitad de la noche para encontrarme con ellos, bebiendo algo de alcohol, yendo a fiestas, algo de sexo... aunque yo seguía siendo virgen, pero el jefe del grupo, Dylan, quería acostarse conmigo, todavía no me sentía preparada. Mi vida había cambiado para mejor, o al menos eso parecía.

Por sorpresa, y sacandome de mis pensamientos escuché a mi madre gritar mi nombre, el corazón me fue a mil, necesitaba correr. Noté como se asomaba por la ventana y escuché mi nombre un par de veces más. La puerta de mi casa se abrió y supe que mi padre corría detrás de mi. 

Me obligué a mi misma a correr más rápido, consiguí esconderme detrás de unos arbustos.

-¡Rachel!-gritó mi padre rojo por el enfado. Antes solía tenerle miedo, pero ahora ya no. Me reí en silencio mientras él seguía buscandome.-Te vamos a encontrar y lo sabes.

Golpeó el parachoques de un coche muy enfadado y metió las manos en los bolsillos del pantalón del pijama. Cuando se alejó lo bastante seguí corriendo intentando hacer el menor ruido posible.

  Cuando lo consiguí suspiré y me permiti caminar más lento.

Me asusté cuando alguien me rodeó la cintura. Me giré con brusquedad y suspiré aliviada al ver a Dylan.

-Hola preciosa. Espero no haberte asustado.-me dijo en un susurro.

-Hola Dylan.-sonreí y le di un abrazo.

Miré a los demás, que estaban subidos en la parte de atrás de una camioneta. Me extrañó que estuvieran tan callados cuando siempre estaban riendo a carcajadas con cervezas en las manos.

-¿Qué pasa?-le pregunté a Dylan.

-Reservamos las energías para una gran fiesta.-curvó los labios en una pícara sonrisa.-No quiero llegar tarde así que sube.

Colocó una mano sobre mi espalda y me obligó a caminar. Tenía muchas ganas de asistir a esa fiesta así que le dejé hacer.

Cuando subí a la camioneta Dylan asintió conforme y se subió también, pero en la parte de alante, pues él era el conductor.

Me senté junto a Alexia y sonreí divertida.

-¿Con que una gran fiesta, eh?

-Así es.-dijo con voz ronca y asintió. -Y ahora cierra la boca, que seas la favorita de Dylan no te da derecho a hablar.

Abrí los ojos al máximo, nunca Alexia me había hablado así. Me encogí de hombros y dejé escapar un suspiro.

Miré a Britney, que le susurraba cosas al oído a Peter. Supuse que serían cosas relacionadas con el sexo así que no pregunté nada, más que nada para que Alexia no me llamara la atención.

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Miré a mi alrdedor y toda la gente que veía estaba borracha. Me reí en silencio y cogi una lata de cerveza.

Dylan se acercó a mí y besó mi cuello, un escalofrío me recorrió el cuerpo, sus labios estaban húmedos por la cerveza.

Pegó su cuerpo a mí y sentí su erección contra mi.

Me giré y le miré a los ojos algo nerviosa. Seguía sin estar preparada para acostarme con él.

-Dylan...-rodeé su cuello con mi mano derecha y acerqué su rostro al mío.-No me siento preparada...

Él me respondió con una risa socarrona y se alejó de mi.

-Ya no puedes seguir escapandote de mi, preciosa. Quieras o no será esta noche.

Le miré con el corazón latiendome con fuerza, sonrió de nuevo y se fue. Le vi alejarse hasta llegar a un pequeño grupo de doce personas y me devolvió la mirada con picardía.

Puse los ojos en blanco y me giré para colocar la lata de cerveza en la. mesa pero al momento me olvidé de eso. Justo a mj lado estaba Ronnie, una de las chicas de mi grupo que había tenido que irse de viaje. No sabía que había vuelto. Ambas gritamos de alegría y nos dimos un fuerte abrazo. Cuando nos separamos Ronnie se movió bruscamente y tiró mi cerveza al suelo.

-Lo siento.-se rió.-Raachel.

-¿Borracha eh? Yo ni siquiera he bebido nada aún.-puse morritos y cogi otra cerveza. Me la llevé a los labios y los humedecí con el alcohol. Para después tomar un trago.

-Ahora sí.-se rió de nuevo llevándose la cerveza a los labios.

Un chico al que no conocía la rodeó con los brazos y la besó en los labios. Ronnie correspondió al beso y se despidió de mi con la mano Solté una risita y me despedí de ella.

Dylan se acercó de nuevo a mi con dos copas de vino.

-¿Vino blanco?-le pregunté muy sorprendida.-¿De dónde lo has sacado si puede saberse?

-La casa tiene una despensa.-me arrebató la cerveza y me dió el vino.

-No lo he probado.-susurré, me llevé la copa a los labios y bebí un poco.

Dylan me miró con una sonrisa de oreja a oreja y dejó su copa en la mesa.

-¿Tú no bebes?-le pregunté y tomé otro trago.

-Estoy lleno.-me dijo sin borrar aquella sonrisa. Le miré un poco extrañada, ¿desde cuando Dylan no se terminaba una copa de vino blanco?

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Me tambaleé hacia la izquierda y noté como unos brazos me sostenían. Miré y ví a Dylan.

-Yo...-intenté decir, pero las arcadas no me dejaron acabar. Me encontraba fatal.

-No hemos podido hacer nada.-casi gritó y me sororendí.

-¿Nada?-pude articular.

-Estás fuera, o al menos de momento.

-¿Fuera?-pregunté y me llevé la mano a la boca para evitar vomitar.

-Una de las razones por las que estás en el grupo es porque estás buena, ¿o no lo habías pensado? ¿Has visto a Alexia? ¿y a Britney o a Ronnie? Están buenas, me he acostado con ellas, y tú no ibas a ser una excepción. Pero parece que hoy no he podido hacer nada.

Apreté los labios muy enfadada, pero no dije nada, no por orgullo sino para no vomitar y quedar mal.

-Ahora largate y ya veremos si vuelves a entrar en el grupo.-me empujó hacia delante y caí al suelo de bruces. Apenas podía ver nada, pero pude distinguir los faros de los coches, la luz del semáforo. Era noche cerrada por lo que apenas había gente en la calle.

-Suerte.-dijo Dylan, y cerró la puerta de un portazo.

Intenté ponerme en pie, pero mis piernas no me respondían, por lo que tuve que arrastrarme.

Sin más fuerzas me dejé caer y cerré los ojos. Nuevamente noté unos brazos sobre mi cuerpo, ayudándome a levantarme. Quizás Dylan se había arrepentido y venía a buscarme.

-Dylan...-dije en un susurro.

Pero abrí los ojos y pude ver a un chico de pelo rizado, su cara estaba borrosa, pero sus ojos verdes parecían brillar en la oscuridad. Alargué la mano para acariciar su mejilla y entonces todo se volvió negro.