Capítulo 10

63.5K 2.6K 137
                                    

Salí de casa de Justin, y pude respirar aliviada, un segundo más en esa casa y no sé qué hubiera pasado.

Empecé a caminar y luego tomé un taxi para ir al centro comercial. Cuando llegue ahí fui al banco y retiré lo que mamá me había mandado e hice una nota mentalmente para recordar llamar a mamá. Después de eso di vueltas por todos los almacenes de ropa femenina, le pedí ayuda a algunas vendedoras a lo que les decía: ¿Si fueras yo: qué te pondrías? y todas sonreían y me traían ropa con escotes y faldas.

  Llegué a pensar que de verdad las vendedoras querían ser yo. Reí ante el pensamiento.
Pasé toda la tarde de compras, compré todo, jeans, blusas, zapatos, faldas, vestidos, shorts, camisetas, accesorios, bolsos, maquillaje. Tenía mis manos llenas de bolsas, al final fui a la óptica y me compré unos lentes de contacto, guardando por fin mis lentes.

Por último y el que quería evitar, la peluquería. No quería cortarme el cabello pero las palabras de mi madre resonaban en mi mente .
 
Sonreí ante las suplicas de mi madre, así que no tuve otra opción que entrar a la peluquería. Me senté y la estilista me preguntó "¿Cómo quieres que te corte el pelo?" y yo solo le dije que lo que quería era cambiar de look. Que hiciera lo que quisiera, pero que solo me hiciera ver bonita.

 Al instante me arrepentí de haber dicho eso, porque cuando lo dije una sonrisa se dibujó en su rostro y puedo jurar que vi en sus ojos llamas.

Cerré los ojos cuando empezó su trabajo, no quería ver a mi pobre pelo mientras era destruído. La verdad es que nunca en la vida me había pintado el cabello ni nada de es, hasta les puedo decir que mama era la que me cortaba el pelo.

Después de casi 2 horas terminó, me pidió que abriera los ojos pero no quería hacerlo, luego de tanta insistencia lo hice y... ¿Esa era yo? Era... era bellísima.

Mi cabello había sido cortado en capas que caían en mi espalda y un mechón de pelo caía sobre mi frente y tenia algunos otros de color morado. Creo que la estilista se dió cuenta de mi estilo porque lo hizo tal y como siempre había deseado.

Me veía bien,  no como niñita de 13 años si no una mujer de 19 y pronto 20, madura y sofisticada.

No pude con mi asombro.
- ¿Te gustó? – Preguntó ella con una sonrisa.

- Yo… yo no sé que decir, jamás me había visto así.

- Bueno, eso significa que hice bien mi trabajo. – Ne miró.

- Claro, que si. – Le sonreí. – Muchas gracias.
  Después de pagar salí rumbo a mi departamento pero me detuve en un local y dije "¿Por qué no?". Así que me puse un pircing en el ombligo después de salir de ahí, ya era de noche, suficientes cambios por hoy.

Había sido un día largo, mis pies me dolían, pero mi cambio me hacia sentir bien, feliz y puedo decir que después de haber salido de la peluquería tuve varias miradas. Incluso el taxista que parecía como de unos 37 no dejo de mirarme mientras íbamos de camino a casa.

Cuando subía por el ascensor de mi departamento pensé el taxista, no era feo, y reí ante el pensamiento. Una vez ya dentro, dejé todas las bolsas encima del sofá y me quité los zapatos. Tome el teléfono y pedí una pizza, estaba cansada para cocinar.

 Me desperté como a las 12 del mediodìa, no fui a la Universidad porque quería hacerme la interesante.

Anoche Justin me llamó y me dijo que como hoy era viernes ibamos a salir y así me presentaría a sus “amigos” y lo que me dijo fue "Espero que vayas bien vestida no quiero que dañes mi reputación”. En serio ese chico es bipolar, a veces es tierno y a veces es un imbécil.

Fall - Justin Bieber y Tu. [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora